Desde cólicos y dolor en los senos hasta bajo estado de ánimo y ansiedad, tu período es mucho más que un sangrado que llega mes con mes. Los síntomas pueden hacerse presentes un par de días o hasta dos semanas antes provocando cambios en nuestra rutina diaria.
Al comportarse de manera diferente a lo largo de nuestra vida y durante el día y la noche, es común que surjan un sin fin de interrogantes en torno a cómo hacer que sea lo más cómodo posible.
En entrevista con Nueva Mujer, Alejandra Contreras Rendón, ginecóloga experta de Saba, habló sobre lo que ocurre con nuestro período durante las noches y cómo podemos sobrellevarlo sin sufrir.
“Existen muchos mitos. Creemos que durante la noche hay mayor cantidad de sangrado y por ende pueden ocurrir mas accidentes pero aunque sí podemos tener manchones o sentirnos incomodas, es un proceso fisiológico normal”, explica la doctora Alejandra.
La menstruación es el desprendimiento de la parte interna del útero, llamado endometrio. Una vez al mes este empieza a engrosarse y si no hay embarazo, el tejido se desprende acompañado de un sangrado a través de la vagina.
El cuerpo tiene su propio «reloj» interno, regulado por una combinación de hormonas y otros factores. El período de cada persona es ligeramente diferente, por lo que no hay una sola forma en que todas nos veamos afectadas en el transcurso del día. La realidad sobre estos cambios y variaciones no tiene que ver con el nivel de sangrado en sí, sino con cómo cambia nuestro cuerpo durante la noche y el día.
Todas estamos familiarizadas con las fugas, la hinchazón y la fatiga durante esos días pero la clave para tranquilizar la mente y estar lo más cómodas y seguras posible está en elegir los productos que ofrezcan la protección y comodidad suficiente para que se ajusten a nuestras necesidades y estilo de vida. “Lo más importante es estar protegidas con un producto adecuado ya que si sabemos que el sueño va a ser mas ligero, por lo menos logramos tener un descanso”
Otro punto importante a tomar en cuenta es la frecuencia con la que debemos cambiarnos durante la noche ya que sabemos que en el día, la recomendación es hacerlo cada 4 o 6 horas, con la intención de evitar humedad. Sin embargo, la especialista explica que durante la noche es muy difícil hacerlo por eso “necesitamos una opción de absorción mucho más potente con mayor capacidad para que al siguiente día nos levantemos a cambiarnos y no en la noche”.
“Lo principal es dormir, nuestro cuerpo se repara, lo que es necesario para todas las funciones hormonales”. Para tener un mejor descanso durante la noche, la especialista recomienda tratar de cenar ligero, una hora antes de irnos a la cama y en general, evitar comidas abundantes, grasosas, llenas de irritantes. “Relajarse es vital”, dice, por lo qué hay que tratar de meditar, hacer un poco de yoga o actividades que le permitan a nuestro organismo descansar después de todo el día. Una infusión herbal, leer un libro, dibujar o hacer manualidades también ayudan a liberar el estrés.
No hay que normalizar el dolor
Aunque el período es cambiante y diferente en cada persona, no hay que pasar por alto aquellos cambios que puedan afectarnos de manera importante. ¿Cuándo es que se convierte en un foco rojo que requiere atención? La doctora Alejandra reitera que no hay diferencia si es de día o de noche, cuando el malestar es incapacitante, hay que acudir con un especialista. “Hay mujeres que tienen un umbral más alto al dolor que otros y puede aliviarse con un poco de calor local, parches térmicos que se colocan en el área pélvica o bien con un analgésico indicado por médico. Pero una paciente que tenga un dolor intenso, incapacitante que no pueda realizar sus actividades y que tenga que estar tumbada en la cama debe acudir a revisión”.
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