El amor propio nos lleva a hacernos retoques en el cuerpo que nos hacen sentir satisfechas, como el caso de los implantes mamarios, que cada vez ganan más adeptas.
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Pero con esta importante decisión también llega el compromiso de monitorear el estado de salud, hacerlo de la mano de un profesional capacitado y entender los riesgos a los que se exponen puesto que a veces las cosas pueden salir mal.
Enfermedad de implantes mamarios
Se ha reportado la existencia de muchas mujeres que de pronto empiezan a sufrir cansancio excesivo, nublas mentales y otras dolencias a pesar de que sus estudios médicos indican que todo anda en orden.
Se trata de la enfermedad de implantes mamarios, también conocida como BII por sus siglas en inglés, que no ha sido estudiada científicamente pero que se ha convertido en un fenómeno real entre pacientes de todo el mundo.
De acuerdo con InStyle, estas han reportado hasta una variedad de 150 síntomas relacionados que también incluyen dolor en los senos, pérdida de cabello, erupciones cutáneas y dolor muscular.
“La confusión mental, la fatiga y el dolor articular, aunque son quejas reales, no son cosas que se puedan medir con una extracción de sangre, ver en una radiografía o ver cuando se realiza un examen físico”, explicó la cirujana plástica Melina Haws.
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Por esta razón, los padecimientos de estas afectadas muchas veces solamente tienen solución cuando deciden extraerse sus protésis de los senos.
“La enfermedad de los implantes mamarios es real porque las mujeres tienen síntomas reales que a menudo desaparecen cuando se quitan los implantes mamarios”, aseguró la especialista Constance Chen al mismo medio, aunque todavía no hay estudios sobre ello.
“Los implantes mamarios en general son un cuerpo extraño, por lo que al igual que con cualquier cuerpo extraño, pueden tener problemas”, aclaró el cirujano Ty Steven, cuestión que hace que para muchos especialistas no resulte alocado esta clases de complicaciones.
De hecho, sí hay evidencia de algunas secuelas que pueden causar una mamoplastia como contractura capsular, roturas y fugas, para los cuales están preparados en caso de que sucedan.
No a todas les va igual
Conforme con la fuente, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos asegura que estas complicaciones ocurren en al menos el 1% de las pacientes, pero investigaciones han demostrado que algunas de ellas son más comunes.
No obstante, los aumentos de senos siguen siendo considerados seguros de forma general, así que las autoridades instan a mantenerse en comunicación con sus médicos en caso de presentar alguna anomalía.
De hecho, en comparación con la cantidad de mujeres que optan por esta clase de cirugías estéticas, las que manifiestan problemas es muy inferior y parece que los beneficios siguen superando estos perjuicios.
«Los implantes son una herramienta poderosa para reemplazar el volumen, especialmente después de las mastectomías, ya que no todas las mujeres tendrán suficiente tejido en exceso para tener una reconstrucción mamaria natural», agregó el experto.
Según los datos de RealSelf, citados en InStyle, el 95% de las personas que se ponen implantes mamarios dicen que «valen la pena», e incluso el 98% de los que se los quitan dicen que el procedimiento también “vale la pena” .
Por este motivo, lo importante no es intimidarse ante este tipo de deseos sino evaluar bien los factores que inciden en él para hacer una justa valoración y actuar a tiempo.
No obstante, si aún así hay quienes no se arriesgan a padecer estas secuelas, los cirujanos recomiendan otras alternativas como levantamiento de senos, injertos de grasa y reconstrucción de tejido natural.
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