El agotamiento y el estrés son síntomas totalmente normales de ser madre. Entre ir al súper, hacer las tareas del hogar, preparar las comidas y revisar las tareas de los niños, siempre hay demasiadas cosas que hacer. Sin embargo, es claro que la pandemia por Covid-19 ha alterado la rutina de todos, poniendo un mayor peso sobre una.
Muchas mujeres, sino es que la mayoría, lleva meses encerrada en casa con los niños, quienes no pueden ir a la escuela o jugar en el parque como antes. El encierro termina siendo una verdadera tortura para todos y las tareas parecen duplicarse.
Equilibrar las exigencias de la maternidad nunca ha sido fácil pero el contexto en el que estamos ha complicado todo.
Según los expertos, el agotamiento está altamente correlacionado con la depresión y otros problemas de salud t las mamás que experimentan ese tipo de estrés durante periodos prolongados corren el riesgo de tener problemas de salud más graves.
Éstas son algunas de las razones por las que estás más cansada que nunca:
Tienes menos tiempo para ti
Parecería que al estar en casa todo el tiempo, tienes más oportunidades de descansar en tu cama o tomar un baño relajarte pero no es así. Desde el amanecer hasta el anochecer, estás concentrada en tus hijos y en la limpieza del hogar. Ya que ellos están más tiempo ahí, hay más caos que debes limpiar. Tienes que estar cuidando que atiendan sus clases, al tiempo que debes preparar la comida y atender tus cosas. ¿En qué momento puedes sentarte para tomar tranquilamente una taza de té o leer un libro?
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Hipervigilancia
La hipervigilancia se define como un estado mejorado de sensibilidad sensorial acompañado de una intensidad exagerada de comportamientos cuyo propósito es detectar amenazas.Ésta denota un escaneo constante del entorno en busca de amenazas, agotamiento y un aumento anormal de la conciencia. Bajo el contexto de la pandemia es obvio que hay una mayor preocupación en todos los sentidos. Tienes a tus hijos frente a ti todo el tiempo pero esto hace que estés vigilando cada uno de sus movimientos además de que temes por su salud.
El aspecto más agotador de la maternidad es el pensar «de más». La mente de una madre nunca se apaga por completo, incluso cuando todas las noches apoya su cabeza cansada en la almohada. Siempre tiene una lista de control mental de las cosas que no se hicieron, las cosas que sucederán mañana, las cosas que no debe olvidar hacer o de lo contrario sucederán cosas malas.
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La falta de repartición de tareas
Al estar todos en casa, las tareas en el hogar han incrementado, desde lavar los platos y el baño hasta hacer la comida. ¿El problema? La repartición de tareas. Las mamás siempre han tenido la mayor responsabilidad del hogar pero ahora es al doble y sigue sin haber un equilibrio en la mayoría de los casos. Es por esto que es importante dejar las reglas del juego claras: mientras estén bajo el mismo techo, todos tienen que ayudar y eso incluye a la pareja y a los hijos. Los niños tienen que ir aprendiendo a realizar tareas domésticas según su edad así irán asumiendo la responsabilidad y «aligerando» la carga.
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Falta de sueño
Con todo lo anterior es casi imposible que una mamá tenga horas de sueño adecuadas. La privación del sueño también se denomina sueño insuficiente, sueño corto o pérdida crónica de sueño. Se produce cuando no se obtiene una cantidad regular de sueño de calidad todas las noches, lo cual se vuelve una cadena. La ansiedad general por la pandemia se ha convertido en algo crónico y si a eso le sumas la preocupación por los hijos, mayor es la privación de sueño. Parece imposible pero algo pequeño que puedes hacer para conciliar el sueño es limitar el uso de tecnología unas horas antes de irte a la cama además de filtrar lo que consumes en Internet ( de verdad, las malas noticias ya son una constante todos los días y un detonante del mal humor y la angustia que provoca que no puedas dormir).
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