Los fanáticos parecen no tener suficiente de Brad Pitt y Jennifer Aniston. El reciente reencuentro de la ex pareja durante una lectura virtual del guión de la cinta Fast Times at Ridgemont High, volvió a provocar un sin fin de comentarios sobre la relación de ambos.
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Muchos siguen fantaseando con que vuelvan a estar juntos y al mismo tiempo, siguen atacando a Angelina Jolie por haber sido «la tercera en discordia». Varios medios incluso alimentaron esta guerra, al asegurar que Angelina estaba molesta por el reencuentro o que Jennifer no había superado a Brad. Incluso algunos mencionaron a Nicole Poturalski, la supuesta nueva novia del actor.
Aunque Brad y Jennifer fueron la pareja favorita de Hollywood en los 90s, es momento de dejar de romantizar su relación, así como también tenemos que dejar de poner a las «ex» en guerra.
Las dos mujeres estuvieron casadas con Brad Pitt y ambas han sido objeto de deseo en la industria pero cada una tiene sus propios asuntos en qué ocuparse.
Es curioso como el actor siempre ha salido limpio de toda culpa tanto en sus deslices con las mujeres como con las adicciones, quedando siempre como «el héroe» o «el galán incomprendido».
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Aniston es una de las actrices consentidas de los Estados Unidos (America’s Sweetheart) y Angelina es considerada una de las mujeres más sexys de la pantalla, además de que es reconocida por su trabajo altruista. Sin importar su talento, belleza o trabajo humanitario, siempre ha sido vista como una villana mientras que Jennifer, siempre quedó catalogada como «la mujer que no quiso hijos con Brad Pitt».
Ambas pasaron por momentos tóxicos con Brad que hicieron que tomaran la decisión de separarse. Ambas salieron adelante solas y ambas siguieron con sus vidas, lejos de la otra. ¿Por qué el mundo se empeña en enemistarlas?
Hay que dejar de poner a las «ex» de un hombre una contra la otra. No hay por qué compararlas ni tampoco enlistarlas como si fueran un producto en el mercado que ellos (los hombres) escogen.
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El «triángulo amoroso» entre Pitt, Aniston y Jolie fue hace mucho tiempo pero el reencuentro entre Pitt y Aniston inevitablemente reavivó el escrutinio público, ahora asegurando cosas como que «finalmente Brad se dio cuenta que Jen es mejor que Angelina» o que «ahora Jen tenía a Brad y Angelina se quedó sola».
Aparentemente porque estas dos actrices comparten un vínculo romántico con Brad Pitt, y ambas son mujeres y están acostumbradas a los reflectores, es que están bajo la mira como las eternas «enemigas sexys» de la industria.
No hay punto de comparación entre ellas.
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Durante la lectura del guión muchos podrán haber imaginado que Jen estaba nerviosa frente a Brad pero en realidad, estaba más concentrada en seguir con la dinámica. Otros imaginaron que Angelina estaría «celosa» pero en realidad ni siquiera estaba presente ni tampoco tuvo nada que ver. Y claro, quienes pusieron a Nicole Poturalski en la «pelea» por un mensaje que -según ellos- era de odio contra las ex de Brad, sólo están asumiendo cosas que no.
Sí, Brad es increíblemente guapo y talentoso, pero también lo son Jennifer Aniston y Angelina Jolie. El problema está en el sexismo que no parece tener fin y mientras que los hombres salen libres de culpa, los fanáticos y medios no dejan de quemar en la hoguera a sus esposas y amantes por sus sucias acciones. Es momento de parar.
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