Kim Kardashian ha sido criticada por “promover estándares corporales poco saludables” después de su aparición en el Met Gala 2022. A simple vista, la empresaria lució espectacular portando el icónico vestido que Marilyn Monroe usó para cantarle “Feliz cumpleaños” al presidente John F. Kennedy en 1962.
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Sin embargo, se llenó de críticas luego de admitir haber perdido más de 7 kilos en sólo tres semanas para entrar en el diminuto atuendo.
La estrella del reality show The Kardashians dijo que lloró cuando se dio cuenta de que no pudo ponerse el vestido durante una primera prueba, por lo que bajó de peso sólo para poder modelarlo.
“Tuve esta idea de ponérmelo y probármelo, y vinieron con guardias armados y guantes. Me lo probé y no me quedaba bien, así que los miré y dije que me dieran unas tres semanas, y tuve que perder 7 kilos, hoy, para poder encajar esto “, dijo en la alfombra roja. “Fue un gran desafío, estaba decidida a entrar”.
— Kim Kardashian
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Según explicó: “Usaba un traje de sauna dos veces al día, corría en la cinta de correr, cortaba por completo todo el azúcar y todos los carbohidratos, y solo comía las verduras y proteínas más limpias. No me morí de hambre, pero fui muy estricta”.
Unos días después del evento, circularon unas imágenes de Kim en las que se ve que el vestido no estaba cerrado del y que disimularon con una extensión para que pareciera que había entrado a la perfección.

El peligro detrás de presionar las mujeres a verse de cierta forma para ser “perfectas”
Lo que está sucediendo con Kim es un asunto delicado que no debe tomarse a la ligera. Perder peso de esa forma para “entrar en un vestido” sólo demuestra la inmensa presión a la que estamos sometidas las mujeres y cómo la industria del entretenimiento y la belleza lo ha normalizado.
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“Restringirte a ti misma para perder peso dramáticamente y básicamente darte un atracón después no es saludable ni vale la pena”. “Kim Kardashian se veía hermosa en la Met Gala, pero ha promovido estándares corporales poco realistas durante AÑOS (tés dietéticos, entrenadores de cintura, procedimientos $$$, etc.) y que ella hable de perder 7 kilos en 3 semanas para entrar en el vestido de Marilyn es espantoso”. “Me parece irresponsable y repugnante que Kim Kardashian se sienta orgullosa de haberse forzado a perder peso para entrar en un vestido para un evento tan plástico”, se lee en redes sociales.
Kim siempre ha expresado lo orgullosa que está de sus curvas pero ahora aseguró que se sintió mal de tenerlas pues se dio cuenta de que no podía ser lo suficientemente pequeña para entrar en un vestido.
En 2019, la empresaria dejó a todos boquiabiertos con el famoso “wet dress” que lució en el Met Gala de aquel año. Si bien fue una de las ganadoras de la noche, un video “detrás de escena” de cómo se puso el vestido causó incomodidad pues apenas y podía respirar de lo ajustado que estaba.
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Ella incluso admitió haber tomado clases de respiración para poder usar el corset que acompañó el modelo y así conservar su diminuta figura durante el evento.
Las mujeres no deberíamos pensar que hay algo mal con nuestro cuerpo. No deberíamos luchar por calzar cierta talla sólo para cumplir con los estándares que la sociedad impone.
Estamos acostumbrados a señalar las fluctuaciones de peso y las “imperfecciones” puede poner en riesgo la salud física y mental de una persona.
La lucha por romper estereotipos ha sido larga. Mientras que aún los medios de entretenimiento enaltecen los cuerpos delgados y pequeños, figuras como Rihanna o Billie Eilish han salido a defender que la belleza y la sensualidad no dependen de las tallas.
Las celebridades tienen una gran responsabilidad frente a su audiencia y deben tener cuidado con los mensajes que transmiten sobre la imagen corporal.
Está permitido querer transformarse pero tiene que ser porque una lo desea y paulatinamente con un cambio de hábitos saludables, no por cumplir con expectativas ajenas y con formas que ponen en riesgo la salud.