Yina Calderón sigue en la búsqueda de su cuerpo perfecto, y lograr su meta de ser considerada la ‘Barbie Humana’, pero parece que su objetivo sigue muy lejos de poder cumplirse.
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Con cada cirugía que se realiza, ya sea para retocar o reparar los daños que los biopolímeros le causaron en procedimientos estéticos pasados, la influencer solo recibe burlas por parte de los cibernautas, y no únicamente por el hecho de que ahora se encuentra intentando reparar malos resultados que podrían comprometer su salud y su vida en un futuro, también se tiene en cuenta el hecho de que Yina suele promover estas prácticas en absoluta irresponsabilidad.
Desde malos cuidados postquirúrgicos, hasta la falta de autocuidado al no examinar cuidadosamente donde se realizará dichas cirugías, son situaciones que, al ella exponer en redes, le cuesta un sin fin de burlas y ofensas, hasta el punto en el que le dicen que ‘se lo tiene bien merecido’.
Las irresponsabilidades de Yina Calderón con sus procedimientos estéticos
Por ejemplo, muchos quedaron en shock e impactados al ver el mal momento que pasó la joven gracias a sus pésimos cuidados después de haberse sometido a un procedimiento en sus glúteos, generándole muchas complicaciones. Esto, tras afirmar que luego de haberse puesto a saltar y hacer movimientos bruscos, tuvo que volver a ir al quirófano, teniendo que ser atendida de emergencia.
De hecho, Carlos Ramos, médico que la operó, en un comentario le dio un fuerte regaño por estos hechos: “Te escribí anoche por el directo y te dije que no puedes estar bailando, por favor”.
A esto se le suma la falta de respeto de Calderón al recomendar el trabajo del polémico cirujano Ricardo Urazán, quien fue el responsable de la muerte de dos mujeres en un quirófano, por las condiciones tan precarias en la que estas pacientes fueron operadas.
La primera, una ingeniera de 32 años, que se practicó una liposucción luego de que un médico cercano a su familia le recomendara el trabajo de Urazán: “Tras la cirugía la llevaron a una habitación, pero no tenía monitoreo de ningún tipo, solo había una enfermera medio pendiente; nosotros insistimos mucho en que ella estaba sangrando en cantidades, pero nos dijeron que era normal, pero ella no se veía bien. A ella le dio salida una enfermera porque los médicos no estaban, hasta se desmayó en la salida de la clínica, pero ellos no hicieron nada” contó a El Tiempo Angélica Carvajal, hermana de Ana.
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La segunda, Marcela Mendoza, de 40 años quien era dragoneante del INPEC, y según dijo su esposo, Gilberto Marín, a El Tiempo, a ella se le realizó una cirugía sin contar con los exámenes prequirúrgicos previos obligatorios. La mujer sufrió un paro cardiorrespiratorio y falleció como resultado de esto. “Nadie hace nada con ese hombre y esa clínica sigue abierta” aseguró Marín.
¿Cometerá las mismas prácticas tras su nueva cirugía?
Ahora, con un nuevo procedimiento realizado donde busca solucionar el desastre de su intervención pasada, esperan que la creadora de contenido sea conciente de lo que hace, y que no cometa los mismos errores del pasado.
De igual forma, aclaró que no tiene rencor contra el médico que le puso los implantes dañinos, ya que ha reiterado varias veces que la responsabilidad fue totalmente suya. ”No es vanidad. Vengo sufriendo con los biopolímeros hace ocho años. No culpo a la persona que me los puso, primero, porque siento que Dios se encarga de eso, y segundo porque también fue en parte mi responsabilidad, pues sabía que algo me iban a inyectar”, aseguró la creadora de contenido.