A pesar de que el cáncer de mama es uno de los más conocidos entre las mujeres, aún existe la creencia de que es un padecimiento que solo puede presentarse en personas mayores. Sin embargo la realidad es que las mujeres jóvenes ocupan el primer puesto en incidencia a nivel mundial (27,6%).
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Cáncer en mujeres jóvenes: riesgos y retos
Se puede considerar cáncer de mama en edad joven cuando este aparece en personas por debajo de los 40 años. Diversos estudios señalan que en este grupo de edad el cáncer suele ser más agresivo. Las mujeres menores de 30 años ocupan el segundo puesto en diagnóstico de cáncer de mama después del cáncer de tiroides.
El cáncer de mama en mujeres menores de 40 años, suelen ser sintomático, a diferencia de las mayores de 50 años que son generalmente diagnosticadas en los programas de prevención. Otro factor que afecta a este sector de la población en particular, es que la exploración física y los estudios de imagen se ven limitados en las pacientes jóvenes debido a la composición de las mamas en estas edades, que es mayormente densa.
Por otro lado, la baja frecuencia de presentación en las mujeres de 30 años, motiva a que en el momento de valorar a una paciente sintomática la primera impresión diagnóstica sea de benignidad, y no se realicen pruebas diagnósticas invasivas como una biopsia de la lesión.
De acuerdo con el estudio Cáncer de mama en mujeres jóvenes. Presentación de dos casos publicado en Revista Médica Electrónica, el cáncer de mama en la mujer joven también tiene sus particularidades por etnia. En las mujeres afrodescendientes, al realizar estudios se encontró que tanto el diámetro del tumor como la incidencia de tumores triple negativos fueron mayores comparadas con las etnias blanca o asiática; además, la supervivencia global y la supervivencia libre de enfermedad fueron menores.
Cáncer y salud mental
La salud mental es otro factor importante al momento de hablar de cáncer de mama en mujeres jóvenes, ya que se ha demostrado que estas pacientes tienden a presentar síntomas de mayor gravedad y una mayor frecuencia de trastornos relacionados con la ansiedad y depresión en comparación con las pacientes mayores de 50 años. Sobre la preocupación en cuanto a la fertilidad, un 73% de pacientes presentan preocupaciones menores; el 39% tiene preocupaciones mayores. Los efectos secundarios de la quimioterapia son peor tolerados y sufren una mayor quimiotoxicidad.
Este sector, también presenta mayores tasas de sobrepeso debido a la disminución de la motivación para realizar actividad, lo cual predispone a la obesidad. Desde el punto de vista médico, la ganancia de peso es un factor relevante a largo plazo, ya que se relaciona con recurrencias y comorbilidades.
Al considerar los riegos de desarrollar un cáncer de mama, los antecedentes familiares son siempre uno de los factores que más preocupa a las mujeres, sin embargo de acuerdo con estudios recientes, los casos de cáncer de mama hereditario son menos frecuentes y representan tan solo entre el 5 y el 10 %
Aún así, los análisis genéticos son parte fundamental de la identificación de la predisposición a padecer cáncer en una paciente, ya que de esta manera se puede brindar mejores herramientas de reducción de riesgos, así como una vigilancia, detección e intervención adecuada.
De acuerdo con el estudio “Hereditary Cancer Syndromes: A Primer on Diagnosis and Management” publicado en Mayo Clinic Proceedings, las pacientes que cuentan con antecedentes familiares de aparición de cáncer antes de los 60 años, así como las que provienen de una familia donde se agrupan varios tipos de cáncer en dos o tres generaciones sucesivas y quienes tienen tipos tumores raros deben ser remitidas a análisis genéticos. Esto podría hacer una gran diferencia entre un diagnóstico oportuno y una mejor recuperación.
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