Una niña de aproximadamente 10 años de edad fue secuestrada cuando salía a comprar a un almacén cerca de su casa en compañía de su hermano de 12 años. Una pareja los abordó y subió a la menor a la fuerza a un auto.
La familia interpuso una denuncia por sustracción de menores y la noticia se difundió a través de las redes sociales causando indignación entre la comunidad.
Afortunadamente la pequeña logró escapar de sus captores y llegó a la casa de una vecina donde de inmediato se contactó a las autoridades correspondientes quienes la trasladaron al hospital de Rancagua.
Posteriormente la Policía de Investigaciones detuvo a una pareja que contaba con antecedentes penales y una orden de detención en su contra, más tarde se encontró a un tercer involucrado que fue detenido en una vivienda donde resguardaba armas y drogas.
El jefe fiscal de Rancagua, Sergio Moya, declaró que la menor fue sustraída por la pareja a cambio de dinero y drogas que les ofreció el tercer sujeto, quien se dedicaba al microtráfico de drogas.
“El sujeto les encargó a dos consumidores que le ubicaran a una menor de sexo femenino de aproximadamente 10 años de edad para abusar de ella y a cambio les ofreció dinero en efectivo y bolsas de pasta base.”
El juez Héctor Benavides decretó como medida cautelar prisión preventiva y se determinó un plazo de cinco meses para la investigación. Por lo tanto los tres involucrados fueron trasladados a la Cárcel de Rancagua en medio de amenazas de manifestantes que se reunieron a las afueras del tribunal exigiendo justicia.