Una de las preocupaciones más grandes de las mujeres al terminar el verano, no es solo como queda la piel con las intensas horas de sol, sino la salud capilar con la caída del cabello.
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Esta es una situación que podemos controlar con una buena alimentación, dependiendo de los factores que produzcan la caída del cabello.
Si se debe a la edad o a la genética, por ejemplo, ninguna alimentación saludable le ayudará a mantener o hacer crecer el cabello.
Si es por una deficiencia de vitaminas o nutrientes, hay una serie de alimentos que pueden ayudar a frenar o revertir la caída del cabello.
“Se estima que la alimentación puede influir en, aproximadamente, el 30% de la salud y apariencia del cabello. En verano, hay que cuidarla especialmente, pues el cabello se enfrenta a desafíos adicionales como la exposición al sol, al agua salada y al cloro de las piscinas”, explica Teresa Climent, licenciada en Farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé, reseñó la revista ELLE.
Lo que se debe comer
No solo hidratarlo y usar buenos productos en el cabello es suficiente para reparar la salud capilar tras el verano, también para fortalecerlo se necesitan una dieta eficaz con estos nutrientes:
- Proteínas: El cabello está compuesto principalmente de proteínas, por lo que es esencial incluir fuentes de proteínas magras en tu dieta, como carne magra, pescado, huevos, legumbres, nueces y semillas.
- Hierro: La deficiencia puede llevar a la caída del cabello. Incorpora alimentos ricos en hierro, como carne roja magra, espinacas, lentejas, garbanzos y cereales fortificados.
- Vitamina C: Ayuda en la absorción del hierro, por lo que combinar alimentos ricos en hierro con fuentes de vitamina C, como cítricos, kiwis y pimientos, puede ser beneficioso.
- Zinc: Es esencial para el crecimiento del cabello y el mantenimiento de las glándulas sebáceas. Algunas fuentes de zinc incluyen carne de res, pollo, pescado, nueces y semillas.
- Biotina: También conocida como vitamina H, la biotina es esencial para la salud del cabello. Se encuentra en huevos, nueces, semillas, aguacates y pescado.
- Ácidos grasos omega-3: Estos ácidos grasos son esenciales para la salud en general y también pueden ayudar a mantener el cuero cabelludo hidratado. Fuentes de omega-3 incluyen pescados grasos (salmón, sardinas), nueces y semillas de chía.
- Vitamina A: Contribuye a la producción de sebo, que mantiene el cuero cabelludo saludable. Los alimentos ricos en vitamina A incluyen zanahorias, batatas, espinacas y calabazas.
- Vitamina E: Ayuda a mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y promueve el crecimiento del cabello. Se encuentra en alimentos como nueces, semillas, aceites vegetales o aguacates.
- Silicio: Contribuye a la fuerza y elasticidad del cabello. Algunas fuentes de silicio son la avena, el arroz integral, los frijoles y las verduras de hojas verdes.
- Agua: Mantenerse hidratado es crucial para la salud en general, incluida la salud del cabello. El agua ayuda a mantener el cuero cabelludo hidratado y a prevenir la sequedad.
Lo que no se debe comer
- Los alimentos ricos en grasas saturadas: Como las carnes grasas, los lácteos enteros, los fritos… Este tipo de grasas obstruyen los folículos pilosos y disminuyen la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, dejando el pelo más seco y sin brillo.
- Los azúcares refinados y alimentos procesados: Como dulces, pasteles, bebidas azucaradas, todos ellos provocan respuestas inflamatorias en el organismo y afectan a la calidad y la apariencia del pelo.
- Bebidas con alcohol: Deshidrata el cuero cabelludo y la consecuencia directa, es que el pelo se vuelve más seco y se rompe con facilidad.
- Cafeína: El café y las bebidas con cafeína en general conducen también a la deshidratación del pelo.
- Alimentos salados: Otros de los responsables de esa deshidratación capilar.
