El año está por terminar y con ello puedes sentirte angustiada por todo lo que no hiciste y lo que vendrá ahora. Quizá entre tus preocupaciones está que terminaste una relación y que ahora estás por recibir un nuevo año sola.
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Quizá a tu alrededor hay un sin fin de preguntas incómodas sobre lo que harás ahora que se fue esa persona y te recuerdan lo aterrador que puede ser no encontrar estabilidad con alguien.
Crecer que tienes que estar en una relación para ser plena es un arma de doble filo ya que muchas veces, hace que termines con la persona equivocada.
En lugar de atormentarte por aquello que se fue y creer que no mereces amor, piensa que fue lo mejor que pudo pasarte porque eso abrirá las puertas a aquello que realmente te hará feliz.
Cuando te aferras a alguien que ya no se siente como un refugio o con quien lloras más de lo que sonríes, no puedes avanzar. En cambio, cuando lo dejas ir, te quitarás un gran peso de encima y verás que hay muchas posibilidades por delante.
Dejar ir con quien ya no estás vibrando en la misma frecuencia te permite reencontrarte contigo misma y entender lo que realmente quieres y mereces.
Dile adiós a quien te hizo sentir ordinaria o que eras una segunda opción. Jamás le ruegues a quien no está dispuesto a quedarse ni a quien no está dispuesto a poner de su esfuerzo para construir un futuro contigo.
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Sí, quizá terminar el año con una decepción así duele en lo más profundo pero es peor conformarte con esas sobras de amor. Nunca te quedes con quien sólo te llena de dudas
Está por comenzar un nuevo año y con ello la oportunidad de tener una nueva vida en la puedas crecer y sentirte plena. Quizá no está en una pareja sino en ti misma o en las personas que te rodean y que te recuerdan lo valiosa que eres.
Deja de lamentarte por quien se fue y agradece que hizo un espacio para lo bueno que mereces.
Quien no es para ti te hará sentir que caminas sobre una cuerda floja en la que sólo te la pasas tambaleando. Esos son los amores que más duelen porque sólo te estancan en un mar de incertidumbre.
Quizá a veces te sientes culpable por ser “demasiado exigente” o por pensar que “mereces más”, ¡pero es que es verdad! ¿Por qué conformarte con pedazos de amor? ¿Por qué aceptar ser un plato de segunda mesa?
Te mereces ser amada por lo que eres, con tus defectos y virtudes. Mereces un amor completo que vea la belleza en tus imperfecciones y que te recuerde que eres capaz de lograr todo aquello que te propongas. Mereces ser adorada y admirada, ser tratada con dignidad y respeto.
