Cuando las mujeres nos aceramos a la «mediana edad», comenzamos a pensar que hemos dejado atrás los años de juventud en los que podíamos hacer de todo. Es inevitable aferrarnos a la idea de que conforme envejecemos, dejamos de vernos bellas pero esto es sólo parte de la presión que la sociedad ejerce sobre nosotras.
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Muchas veces pensamos que «a cierta edad» nos volvemos invisibles y que no vale la pena cambiar de look o ponernos nuevas metas, mucho menos pensar en amor. Pero de nuevo, nada de esto tiene que ser así.
Cuando llegas a los 40 años, te das cuenta de que aún hay un mundo por descubrir y que es muy válido seguir soñando. Cuando llegas a los 40, entiendes que el amor es el sentimiento más puro y que mientras más edad tengas, más valoras lo que tienes.
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Sí, enamorarte a los 40 años te convierte en un alma fuerte y sabia porque aprendes a ver el mundo con otros ojos. Entiendes que todo sufrimiento viene con una enseñanza y que no debes tomarte tan en serio las películas de amor.
De pronto te das cuenta de que no hay tal cosa como tener pareja, casarte y tener hijos «a cierta edad». De hecho, te das cuenta de que cada quien vive el amor a su propia forma y a su ritmo y que lo que significa plenitud para una, no lo es para otra.
Amar a los 40 años te abre los ojos de muchas formas y aunque todas pasamos por esa etapa de enamoramiento en la que vemos el lado más brillante, tienes la seguridad de que tus experiencias de vida te llevarán por el lado correcto. Ya no eres ninguna novata en las decepciones o las rupturas; lo que en algún momento te rompió el corazón y te tumbó por días, hoy es un ejemplo de todo lo que quieres y lo que no en tu vida.
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Eso sí, nunca arrastres el pasado a tu presente. Una cosa es aprender de tu pasado a nivel intelectual y otra es quedarte atascada emocionalmente. Es esencial dejar atrás el pasado si quieres un amor más pleno y maduro.
Ahora que has llegado a los 40, sabes que la edad no es una condena sino una oportunidad de amar como no lo hiciste antes.
Eres más consciente de tus experiencias y te has convertido en una mujer más fuerte y sabia. Hoy has entendido que el amor no como lo pintan y que tampoco tienes que cumplir con falsas expectativas. Sólo tú puedes definir tu valor y lo que te hace sentir plena. Así que si el amor toca tu puerta, ¡gózalo! pero recuerda que no hay nada más importante que aquello que traiga paz a tu corazón.