Te quiero compartir algo que en lo personal me cuesta mucho trabajo: distinguir las ocasiones en las que debo obtener el control de mí misma y de las situaciones, y las circunstancias en las cuales debo permitir que fluyan al ritmo y forma en que deben ser.
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Hay un proverbio que dice:
Un hombre no puede evitar que los pájaros vuelen sobre su cabeza, pero sí tiene derecho de decidir si han de anidarse en su cabellera.
Es cierto que no podemos evitar las circunstancias que se nos presentan ni los tiempos en los que estos suceden, pero sí podemos determinar cómo nos afectarán las adversidades, los retos, las pérdidas e inclusive las reacciones de los demás.
Obtener el dominio de tu pensamiento para tener control de tus emociones sin intentar controlar los tiempos, a las personas y las circunstancias es un trabajo que requiere de sabiduría, paciencia, concentración, constancia y perseverancia.
En lo personal siento que de no lograr obtener este entendimiento será muy difícil disfrutar de nuestra existencia ya que, al no tener el dominio necesario para encaminar nuestro pensamiento a lo que es verdaderamente significativo, perderemos de vista las cuestiones trascendentales y es de esta forma como el tiempo seguirá transcurriendo y no lograremos ver el cambio en nosotros mismos.
El meditar todos los días te ayudará a desarrollar la consciencia para saber detectar el momento en que tu mente comience a resistirse al fluir de la vida, y al detectarlo y aceptarlo podrás trabajar en corregirlo en ti para dejarte llevar por lo que necesariamente debe de suceder.
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La resistencia es el temor a que las cosas sucedan o se salgan de nuestro control, y cuando existe miedo en nuestra mente nos paralizamos, dejamos de disfrutar, nos enfermamos y desarmonizamos nuestro ser e incluso nuestro entorno.
Creo que ha llegado el momento de permitir que las cosas sucedan y no angustiarnos por ello, ya sea terminar con esa relación tormentosa o darle la oportunidad a la persona que en estos momentos se presenta en tu vida y, sin miedo, abrirle tu corazón.
Lo mismo ha de suceder en tu trabajo, en la relación con tus hijos, amistades, familia, decisiones, cambios y en los sueños que están detenidos por un exceso de resistencia al querer controlar las vidas de los demás.
Te invito a confiar en el poder superior, en el Dios de cada quien que se manifiesta a través de nuestra sabiduría interior quien no se equivoca y sabe que debemos vivir para aprender y crecer.
¿Qué te parece, te animas a que fluyamos juntos en la vida para ser libres y felices?
Yo soy Ness y mi mayor deseo es que juntos alcancemos la mejor versión de nosotros mismos.