Si antes el discurso más repetido en el mundo de la belleza era el del antienvejecimiento, hoy las cosas están cambiando y aceptamos al ‘proaging’, es decir, una nueva corriente que aboga por abrazar nuestra edad cronológica y presumirla con orgullo y sin complejos.
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Porque sí, envejecer luciendo radiante tiene que ver más con cómo te tratas y te hablas a ti misma, que cualquier otra cosa.

Proaging: amemos nuestra edad
El miedo a envejecer es normal en los seres humanos, pero mucho más en las mujeres por razones estéticas. Hasta las menos obsesionadas por las arrugas en algún momento han caído en tratamientos, productos y demás que prometen hacer que los años sean menos visibles y eso no está mal.
No se trata de frivolidades sino de amor propio, por lo que cualquier cariño que quieras hacerte es bien recibido, pero no sustituye el tener la conciencia tranquila porque aceptas que encanecerse es algo natural y que somos afortunadas de tener vida para poder experimentar estas etapas.
El proaging va en contracorriente con lo que dicta la sociedad, muchas veces hipócrita, pues presiona a las mujeres para que siempre parezcan jóvenes, una expectativa muy poco realista, pero también las critica si se retocan.

“Envejecer no debería implicar perder valor, al contrario, cumplir años nos hace más sabias y expertas. Aceptarnos es el primer paso para estar bien, pero asumir los años no implica resignarse«, reflexiona la psicóloga Ingrid Pistorno para Glamour.
“Aceptar que tenemos arrugas o que vamos perdiendo músculo no está reñido con sacarnos brillo y estar satisfechas de nuestro reflejo”, agrega.
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Es decir, el proaging quiere que te sigas arreglando, cuidándote y sintiéndote bien, pero sin ocultar tu edad porque gran parte de la felicidad y tener autoestima alta está en la aceptación.
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