Cuando se trata de tu régimen de belleza, tu práctica diurna sirve para proteger tu tez de la avalancha de contaminantes que te encuentras durante todo el día (como la luz solar, los desechos y el maquillaje). Pero para tu rutina de cuidado de la piel nocturna, tus productos trabajan principalmente para reparar tu cutis justo para la hora de hora de dormir, de ahí la frase «sueño de belleza».
A lo largo del día, la piel se somete a diferentes ritmos circadianos, dice el dermatólogo Joshua Zeichner. «Los niveles de hidratación de la piel comienzan a disminuir alrededor de las 3:00 p.m., y luego continúan manteniéndose bajos por la noche, por lo que es importante un humectante nocturno», dice. «La rotación de las células de la piel y los mecanismos de colágeno y reparación están en su punto más alto por la noche, por lo que mecanísticamente tiene sentido usar un ingrediente estimulante del colágeno a la hora de dormir».
Por su parte, la dermatóloga Debra Jailman hace eco de esto, señalando que la piel se renueva cuando estás durmiendo, por lo que es importante nutrirla con los ingredientes adecuados.
Rutina de cuidado de la piel a la hora de dormir
Según reseña el portal Bustle, la regla de oro de la aplicación de los productos al comenzar tu rutina para el cuidado de la piel es ir de la más ligera a la más pesada. Zeichner recomienda mantener tu régimen simple, ya que el uso de demasiados cosméticos puede conducir a la irritación de la piel.
Sin embargo, si aún tienes dudas sobre cómo llevar a cabo tu rutina para el cuidado de la piel a la hora de dormir, los dermatólogos aconsejan seguir estos cuatro pasos junto con productos respaldados por expertos para aplicar durante todo el proceso.
Retira tu maquillaje
Antes de comenzar con tu rutina, es importante quitar a fondo tu maquillaje. Por supuesto, esto se puede hacer con un muy buen limpiador, pero Jailman dice que también podrías buscar un agua micelar, que se deshace de tu maquillaje (aunque no reemplaza tu limpiador).
Las aguas micelares son una alternativa suave a cualquier removedor de maquillaje que contenga alcohol, dice Jailman, por lo que son súper suaves en la piel. Esto se debe a que están formadas por micelas, moléculas que naturalmente «quitan cualquier suciedad y aceite de la piel», proporcionando una capa adicional de limpieza sin resecar tu cutis, explica.
Utiliza un limpiador facial
Lavarse la cara es el paso esencial en la rutina de cuidado de la piel, dice Jailman. Elige un limpiador basado en tu tipo de cutis: hidratante para la sequedad (busca glicerina, ceramidas y ácidos hialurónicos), exfoliantes para combatir la opacidad y los poros claros (físicos o químicos, o a base de gel para piel grasa).
No olvides el tónico
Según Zeichner, los tónicos proporcionan «una variedad de beneficios diferentes para la piel, incluyendo hidratación y brillo».
Si tienes piel grasa o acnéica, usa unos que incluyan ácido glicólico o ácido salicílico, dice Jailman. Los tipos sensibles deben buscar aquellos con aloe vera o manzanilla que son suaves e hidratantes. Los que aumentan la humedad tienden a incluir capas hidratantes como el ácido hialurónico y la glicerina, mientras que los iluminadores son fórmulas basadas en ácido que contienen exfoliantes químicos para desprenderse de las células muertas de la piel.
Aplicar sueros
Una vez que tu cara está limpia y tonificada, es hora de aplicar los sueros, también conocidos como los productos que ofrecen una dosis concentrada de ingredientes que estimulan la piel. Tu mejor opción son los de retinol para antienvejecimiento, vitamina C para aclarar y niacinamida (vitamina B3) para calmar y combatir la hiperpigmentación, dice Jailman.
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