Maternidad

Enséñale a tu hija que no tiene la obligación de “gustarle” a los demás

Desde niñas se nos ha enseñado que tenemos que ser de cierta forma para gustarle a otros pero es momento de cambiar

Las mujeres siempre hemos vivido bajo demasiadas presiones sobre cómo debemos ser, vernos y actuar. La sociedad ha sido muy buena para atar nuestras alas, para hacernos creer que no somos suficientes si no cumplimos con sus expectativas.

Se nos prohíbe mostrar vulnerabilidad pero tampoco nos permiten mostrar nuestra fuerza, porque una “señorita” no debe ser «salvaje» sino recatada y delicada. 

Está bien soñar con princesas y cuentos de hadas pero conforme vamos creciendo, vamos cambiando nuestros ideales y con ello la forma en la que vemos el mundo.

Muchas veces creemos que hemos decepcionado a todos porque no cumplimos con los estándares. Y a veces entramos en conflicto mientras luchamos por gustarle a los demás. A nadie le gusta vivir con esas ataduras, a nadie le gusta sentir que no es lo suficientemente bonita, interesante o inteligente como para que otros la consideren atractiva o alguien a quien podrían tomar en serio.

Aunque aún muchas tenemos esas heridas, nuestra generación está rompiendo ese molde y podemos cambiar el rumbo de lo que le espera a las niñas

Es momento de enseñarle a nuestras hijas que no tienen la obligación de «gustarle» a los demás.

Empieza por tus elogios; procura que no se centren únicamente en su apariencia física. Por supuesto que a todas nos gusta que nos digan que somos bonitas y no es que sea malo decirle a tu hija que es el ser más hermoso que has visto. Pero ¿por qué no también decirle que es fuerte y valiente?

No permitas que se cuestione lo que es capaz de hacer, enséñale que ella puede con todo. A medida que crezca, también asegúrate de que sepa que puede hacer cualquier cosa que sus compañeros hombres hacen porque no hay tal cosa como juegos “de niñas” y juegos “de niños”

Enséñale cómo sentirse bella para que no crea que no es suficiente. Resalta que ella es hermosa en su corazón y en su mente, no sólo por cómo se ve o cómo se viste. Y por cursi o cliché que parezca, repítele siempre que la verdadera belleza viene de adentro. Ayúdala a entender que no tiene que tratar de gustarle a nadie para ser alguien importante.

Enséñale cómo defenderse a sí misma. Las niñas siempre son alentadas a ser dulces y conciliadoras y aunque está bien tratarlas con delicadeza, también está bien motivarlas a que se defiendan y expresen sus creencias y opiniones.

Cuando enseñamos a nuestras niñas a defenderse por sí mismas, por sus creencias y ambiciones, les estamos dando libertad para hablar no sólo por ellas mismas sino por muchas otras. Nuestra sociedad se está convirtiendo en un lugar cruel y se necesita de niñas mentalmente fuertes para marcar la diferencia.

Esto les ayudará a entender que no tienen que decir que «sí» a todo sólo para agradar.

Nunca dejes de decirle a tu hija que puede expresarse con fuerza, pero con respeto y que si en algún momento de su vida está en una situación difícil con alguien más, enséñales que no tienen que soportarlo y que pueden salir de ahí.

Enseñarle a las niñas a decir que no es muy importante. De hecho, es muy necesario decir no cuando no nos sentimos seguras o cómodas con algo. Seguramente creciste con la idea de que decir “no” significa ser descortés pero quizá te llevó a sentirte incómoda en muchas ocasiones.

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