El caracol anillado de Aldabra se declaró extinto hace 7 años, la causa se atribuía al cambio climático. Se trata de una especie endémica del atolón de coral de Aldabra, reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y que no se había visto en la isla desde 1997.
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Hoy se sabe que la especie está viva en su medio ambiente natural pues el pasado 23 de agosto, un grupo de investigadores de la Fundación de las Islas Seychelles encontró 7 ejemplares de estos caracoles con anillos rosa y morados en la Isla de Aldabra. El descubrimiento inicial fue obra del Capitán Jr. Shane Brice.
Tras estudiar las fotos del descubrimiento, los expertos en moluscos Vincent Florens y Pat Matyot, confirmaron que se trataba del caracol anillado de Aldabra, pues por el patrón de su caparazón es la única identificación posible.
Brice dijo estar muy sorprendido pues nadie antes había visto el caracol y otra guardabosques, Catherina Onezia creía que el equipo se estaba volviendo loco de la emoción porque eso significa que la isla aún tiene otro montón de cosas interesantes por descubrir.
Aunque haya sido descubierto en su hábitat natural, este caracol tiene mucha presión en el atolón de Aldabra. Su extinción se había ligado al calentamiento global por la disminución de las lluvias en la Isla de Aldabra. Su población disminuyó exponencialmente entre 1970 y 1990 y el último caracol joven fue encontrado en 1976. Sólo el tiempo y qué tan bien cuidemos nuestro planeta dirá si el caracol anillado de Aldabra sobrevivirá las amenazas del cambio climático.
Es probable que la vida sin este pequeño caracol pueda seguir su curso sin mayor problema, comentó el profesor de ecología en la Universidad de Duke, Stuart Pimm. La diferencia es que no sabemos lo que las especies pueden hacer por nosotros en un sentido económico. Puso por ejemplo el moho que crece en el pan, a nadie le gusta ni lo desea, pero sabemos que el nombre científico del moho de pan es la penicilina y es ahí donde cobra importancia.