En redes se escandalizaron cuando la primera dama Verónica Alcocer -según dijo Darcy Quinn- estuvo probándose unos jeans que costaban 4 millones de pesos. De inmediato, los detractores suyos (y claramente, de su marido), saltaron. ¿Cómo era posible ese derroche? Flash news: ha usado looks muchísimo más caros.
PUBLICIDAD
Ahora, hay que acotar algo: a todas las mujeres en posiciones de poder, sean reinas consortes, políticas o primeras damas, se les cuestiona su uso de la moda, herencia de la reina María Antonieta, que por sus gastos en ropa y otros lujos llegó a llamarse ‘Madame Déficit’. Y así, 300 años después, desde la reina Letizia, la reina Rania de Jordania, pasando por Michelle Obama y Tutina de Santos: todas han tenido que explicar de dónde salen sus gastos ante las críticas.
En el caso de Alcocer, pasa lo mismo: así como Michelle Obama en tiempos o su antecesora Tutina, se explica que ella misma paga sus gastos de armario. Y a veces, algunas piezas son un regalo, como pasó, por ejemplo, con la pieza blanca de la posesión que le regaló el diseñador Virgilio Madinah.
Esta costó cinco millones de pesos, pero el creador se la obsequió. Hay que tener en cuenta uno, las telas (por las crisis de containers las importaciones textiles han sido una pesadilla para muchísimos creadores a nivel mundial).
Dos, la mano de obra: el diseño de autor no maquila como el fast fashion. Hay pago justo. Tres: el trabajo artesanal, que es manual, milenario y hay que dársele el pago justo.
Ahora, si se hace un estimado de cuántos looks ha usado desde que está en campaña Petro y sus precios promedio, hay cosas que sobrepasan este costo por su trabajo y otras están en promedio en millón, cuatro millones de pesos.
¿Qué cuestan las piezas que ha usado Verónica Alcocer?
Hay marcas que han sido identificables ya desde que ella comenzó con su propia plataforma. Por ejemplo, Alado (que vistió también a Sofía y a Antonella), la marca antioqueña que ha rescatado de manera digna y respetuosa, la vistió en campaña también y suyo es el vestido luego de la posesión presidencial.
Y el trabajo artesanal, aparte de ser tradicional, un saber originario que como tal ha sido respetado dentro de la cultura hegemónica de la industria de moda actual, cuesta. Alado lo sabe y por eso el precio de sus piezas.
Siendo así, en la página web de Alado, por ejemplo, hay accesorios desde 70 mil pesos, pasando por ponchos de 450 mil , hasta llegar a vestidos de más de un millón de pesos por su complejidad artesanal, ediciones limitadas y por su diseño.
Hay que recordar también que Alado ha representado a Colombia en muchos eventos internacionales debido a la calidad, investigación y riqueza cultural de su propuesta.
Cosa similar ocurre con Diego Guarnizo, otro diseñador que ha trabajado con los artesanos de todo el país. Basado más en propuestas gráficas con toques artesanales, su última colección, Feliza, por ejemplo, tiene piezas (como la hecha a María José Pizarro) de hasta más de un millón de pesos.
Por otro lado, Andrés Otálora fue de los primeros que le abrió las puertas a Alcocer.
Suyo es el vestido que ella usó para visitar al papa Francisco. El diseñador, que también se encuentra en plataformas como Moda Operandi (la más importante luego de Net-A-Porter a nivel mundial), tiene piezas allí de más de mil dólares, es decir, más de cuatro millones de pesos.