Que su plato de alitas crudas pasara al top 10 y otros comentarios, son los que han hecho que Aída Morales ya no sea tan querida por los televidentes como antes.
PUBLICIDAD
Quizás sea porque se “ha crecido” en confianza, ya que su comentario sobre Chicho no cayó nada bien (que él no debería estar en sus equipos, ya que tienen un nivel muy alto de cocina, cual Ferrán Adriá), y que de hecho hable a sus espaldas.
Esto pasó cuando a este le tocó trabajar a su lado y al de Jorge Rausch. Chicho no le pudo seguir el ritmo, aunque tiene una excelente sazón y creatividad, motivo por el que sigue en la competencia.
Pero esto no le bastó a Aída, que se quejó de esto. Dijo que ella tenía que hacer doble trabajo debido a la “lentitud” de su compañero.
Ahora, cuando los entrevistaron, ella dijo que él estaba “hecho para aprender”.
No le perdonan que se crea la muy muy por lo del pollo
Ahora, con lo de las alitas muchos no entienden cómo es que ya se cree una Gordon Ramsay, cuando el plato se salvó por los pelos. Y ni merecía: Cristina Campuzano, ya reintegrada, se fue porque sus langostinos, la vez pasada, estuvieron a medio cocer.
Y pues ya comienzan a señalarla de fastidiosa y de “arrogante”, porque al menos Tatán Mejía lo es de frente, e Isabella Santiago también. Asimismo, la llaman hipócrita: “Marica, Aida M cuando esta sola dice vainas de Chicho y cuando esta con Chicho la cambia. Eso no tiene otro nombre, es HIPÓCRITA” le dijeron.
Lo que sí es seguro es qué va a pasar con la actriz en el concurso, que se endurece cada vez más para los participantes y si la próxima vez va a pasar de agache.
