La carrera musical de Florencia Arenas nunca se materializó en su juventud por falta de decisión, frustración que opacó por medio de la actuación. Ahora, a sus 26 años, espera lanzar pronto un nuevo videoclip, todo gracias al amor e impulso que le brindó su pareja, Álvaro Gómez, y quien es su productor ejecutivo.
El también actor es conocido por distintos trabajos que ha hecho en la pantalla chica. Martín Rivas, Amanda y Pacto de Sangre son algunas de las producciones en las que ha participado y actualmente espera el estreno de La Torre de Mabel, que transmitirá Canal 13.
Florencia Arenas y Álvaro Gómez, una historia de amor y música
En conversación con el BioBioChile, la futura estrella afirmó que el canto «siempre fue su fuerte». Desde pequeña se robaba el show en el colegio y reuniones familiares, pero fue Álvaro Gómez quien explotó sus dotes.
El amor que ambos sienten es un arma de doble filo, pues no desean que se estropee la relación laboral que también sostienen. «Ha sido desafiante, pero afortunadamente lo hemos sabido hacer», aseguró Florencia Arenas.
Gómez contó que «primero nació una relación amorosa», pero luego de dos años, «nació una relación laboral con su carrera como cantante».
«Yo soy actor, ella es actriz. Pero ella además tiene otras virtudes y yo no he hecho más que acompañarla», destacó el sureño de 40 años.
Además de su indecisión por lanzar su voz al público, Florencia Arenas optó por estudiar arquitectura, carrera en la que «lo pasaba pésimo». «Y justo ese año entré a participar a los musicales de la Universidad», detalló. Pese a reencontrarse con su lado escénico, aún se veía lejos del objetivo.
La situación personal que vivía con la arquitectura le llevó a congelar los estudios cuando apenas tenía 20 años. «Mi papá se agarraba de la cabeza», reveló con gracia. Esta decisión le permitió participar en talleres de actuación. «Empecé a desarrollar un lado interpretativo vocalmente. Cantar, para mí, antes era ‘cantar bonito y ya filo'», reconoció la artista.
Florencia rechazaba las invitaciones de Álvaro
Ambos se conocieron en el casting de Mamma mía, en 2018. «Estando con él, me decía ‘siento que tú eres más cantante que actriz'» (…) «Él me apañaba y yo le decía ‘no’, hay tanta gente buena, y te preguntas ‘¿quién soy yo?’. Hasta que terminó por convencerme y empezamos a trabajar», contó.
Álvaro Gómez sentía el deseo de trabajar con ella, pero también insistía en ser algo más que amigos. La propia Florencia Arenas contó que hubo invitaciones a salir que ella rechazó, pero que luego terminó aceptando. «Resultó todo bien», confesó.
Sin desprenderse de las labores musicales contactaron al cantante Gonzalo Yáñez, quien ha trabajado con ellos en la producción y representó una motivación para Florencia. «Ahí me lo creí y dije ‘ya, esta cuestión va'», expresó. La confirmación llegó con el video que están por lanzar.
El trabajo de Álvaro en la producción musical
Su experiencia no estaba fundamentada en el plano musical, pero una sincera conversación durante unas vacaciones en Grecia recibió el «sí» para ser productor de Florencia.
«A mí me encanta sentirme útil, me gusta trabajar en cosas nuevas y aprender. Más cuando, sin tener la experiencia de producir algo, sí tengo el conocimiento de cómo funcionan los tiempos y cómo es trabajar en esto», analizó el artista, quien ha participado en más de 10 proyectos televisivos.
Álvaro Gómez se concentra en los nexos, la coordinación de tiempos y por supuesto la producción del video como tal. Las cámaras, iluminación y equipos forman parte de su responsabilidad.
«Soy un pololo orgulloso», expresó con cariño. «Ella tiene capacidad en lo que hace y es, para mi gusto, excepcional. Esta relación laboral no es un proceso amoroso. Es única y exclusivamente laboral», afirmó.
Concluyó, agregando que «Lo que se hace así, se hace por convicción, no por un factor emocional. Aquí, efectivamente, está la apuesta de que ella es muy buena».
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