No es nada nuevo que escuchemos hablar sobre las sugar dating, pues cada vez hay más mujeres que se suman a estos encuentros. Generalmente mujeres jóvenes millennials o que pertenecen a la generación Z se convierten en sugar babies.
Ellas buscan un estilo de vida para cubrir otro tipo de necesidades mas acordes a una vida de lujo. Pero ¿están mental y emocionalmente listas para sobrellevar este tipo de relación?
Es verdad que no todas las citas acaban en encuentros sexuales, pero siendo mas realistas serán muy pocos los hombres que no pidan sexo a cambio de lujos.
Lo más importante es jamás tomar decisiones de ese tipo a causa de una mala situación económica o la poca experiencia relacionándose con hombres.
Un aspecto importante es aprender a poner límites y apropiarte de tu cuerpo. Sobre todo, entender que siempre habrá de por medio una relación de poder; el marketing a través de películas, por ejemplo puede vender una imagen en la que la mujer tiene poder, pero la realidad es otra.
Y cabe preguntarnos, si es el hombre el que ejerce poder sobre el cuerpo sexualizado de la sugar baby. Total, el mundo del lujo y el deseo de estatus tiene un precio.
Ahora, hay varias posiciones; por un lado, aquellas sugar babies que relatan que de por medio hay un nivel de hipocresía, puesto que el sugar daddy finge un interés por ti a nivel emocional e intelectual cuando realmente está pensando en cómo va a terminar la cita, si habrá o no un encuentro sexual. Y califican a las sugar dating como prostitución adornada.
Por otro lado, hay mujeres que sienten que venden su juventud y se consuelan diciendo que es algo temporal. Así que no, no es como lo cuentan algunos filmes o como lo ves en redes.
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