La ciudad de Nueva York quedó bajo el agua luego de que el huracán Ida azotara el sur de los Estados Unidos.
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A través de redes sociales han circulado imágenes que muestran las estaciones de metro paralizadas por las inundaciones. En las calles, los autos quedaron cubiertos y sin posibilidad de avanzar.
Habitantes de la ciudad incluso publicaron videos de sus hogares inundados y algunos aseguraron que sus departamentos en pisos altos tuvieron filtraciones importantes de agua.
La situación que se vive en Nueva York no sólo ha puesto en evidencia el importante deterioro de la infraestructura sino que la crisis climática nos está ganando a pasos agigantados.
Pensilvania y Nueva Jersey también se vieron afectadas por la lluvia que no paró en todo el día. Los científicos aseguran que el mundo vivirá escenas así más a menudo debido al cambio climático.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que no podía garantizar que los socorristas pudieran rescatar a las personas que podrían estar atrapadas en sus autos. Hasta ahora, las inundaciones han dejado al menos a 14 personas muertas.
«Es un área tan grande en el noreste, y solo sucedió en un lapso de unas pocas horas. Eso no es nada que hayamos visto, especialmente en esta región del país», dijo.
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El diluvio histórico demuestra claramente que el cambio climático está ganando la batalla entre un clima que cambia rápidamente y una infraestructura obsoleta.
Este evento puede convertirse el mejor ejemplo de que no estamos preparados para enfrentar la crisis climática, ni siquiera para adaptarnos a lo que venga.
Los estudios han demostrado que las altas temperaturas del aire y el océano, aumentan las probabilidades y la gravedad de las precipitaciones. Esto provoca que los huracanes sean más poderosos y dañinos.
Los desastres de los últimos meses nos han advertido lo que enfrentaremos en el futuro

En los últimos meses, se han visto diversos acontecimientos que dejan ver la crisis ambiental que amenaza al planeta.
No sólo los desastres naturales han demostrado su fuerza, también los incendios forestales directamente provocados por acción humana, han sido cada vez más extensos.
En un futuro es probable que se manifiesten tormentas más destructivas que podrían causar más daños a la infraestructura y los cortes de energía serán inevitables.
En febrero, el estado de Texas se vio afectado por las heladas de las tormentas invernales, provocando una crisis en el suministro de electricidad.
Millones de personas tuvieron que soportar días sin electricidad ni calefacción, lo que llevó a graves problemas de salud y muertes por intoxicación. Al mismo tiempo, fue imposible para los cuerpos médicos y de bomberos atender la emergencia, debido a la falta de energía. Las temperaturas se desplomaron muy por debajo del punto de congelación.
México también se ha visto afectado por la temporada de huracanes. En los últimos días, las costas fueron afectadas por el paso de Ida y de Nora al mismo tiempo. Además el huracán Grace que desató tormentas en la Península de Yucatán a su paso por Haití en agosto.
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