La princesa Diana es uno de los personajes más icónicos de la historia, no sólo por su indiscutible belleza sino por su naturalidad, su sentido altruista y un carisma que conquistó al mundo.
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Sin embargo, detrás de su sonrisa había una gran sombra que opacaba su felicidad y tras su repentina muerte aquel 31 de agosto de 1997, en París, no sólo de dejaron ver lágrimas en millones de rostros, sino que se desató un sin fin de secretos y rumores alrededor de su vida.
Mucho se sabe sobre su relación con el príncipe Carlos y el triángulo amoroso que este mantenía con Camila Parker; se sabe sobre el icónico vestido de novia que usó en su boda, sobre el romance con el empresario Dodi Alfaye y las supuestas intenciones que tenía de dejarlo todo por él. Sin embargo, poco se sabe sobre la «hija» que Diana adoptó en uno de sus viajes por el mundo.

Un secreto no tan secreto
Llevaba un traje tradicional de baile indio, la cara pintada con motivos tribales y los pies descalzos. Avanti se convirtió la niña de cuatro años a quien la princesa Diana describió como «mi hija».
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La pequeña cautivó el corazón de la princesa en 1992, cuando ésta se encontraba de visita en la Lalapet Government High School, India. Era costumbre de Diana, acercarse a la gente, especialmente a los niños, sin importar romper con el protocolo o las exigencias de su esposo, sin embargo, estaba tan encantada con la adorable niña quien había bailado para ella, ataviada en aquel colorido vestido con bordados e incrustaciones.
Diana se negó rotundamente a dejarla ir y la imagen de Avanti acomodada sobre el regazo de la princesa se convirtió en una delas imágenes más famosas de aquella gira real por India.
Avanti ahora tiene 28 años y en una reciente entrevista con Mail Online, habló sobre su encuentro con Diana y de la impresión que esto provocó en ella hasta el día de hoy.
«Yo era la más joven de ahí, realizamos una danza Lambadi tribal. Diana me vio sentada en el suelo, me recogió, me llevó de nuevo al escenario y me puso en su rodilla. Me preguntó mi nombre y se lo dije. Tenía un resfriado así que se limpió mi nariz con su propio pañuelo», recordó. «Me mantuvo con ella todo el tiempo. ‘No quiero dejarte’, dijo. Era una figura muy maternal y agregó ‘No tengo una hija, así que hoy eres mi hija'».
Pero mientras que para Avanti este encuentro fue lo más cercano al de estar con una madre amorosa, la ex directora de la escuela, Pronoti Suhasini Kavoori, creía que Avanti había sido «muy atrevida» ya que no era consciente de a quién estaba viendo.
Lo cierto es que, aunque la niña no supiera que aquella mujer se trataba de la princesa de Gales, para Diana Avanti no era sólo una niña, era un ángel y un motivo de felicidad en su corazón.
Unos años más tarde del encuentro, Avanti estaba emocionada al pensar en ver a la princesa por segunda vez y bailar para ella otra vez. «Fuimos a actuar a varias escuelas en Europa y al final del viaje iríamos a verla», afirmó la joven. Pero nunca sucedió pues el auto de la princesa Diana estrellaría bajo el puente de París.