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Madres en escena: el equilibrio entre la maternidad y el arte en El Rey León, el musical

La maternidad impulsa el sacrificio invisible y la fuerza de las mujeres en El Rey León, dejando huella.

Conciliar la maternidad con una carrera profesional es un desafío monumental, especialmente cuando las exigencias del trabajo incluyen largas jornadas, turnos nocturnos y un compromiso constante tanto físico como emocional. En el mundo del teatro musical, este reto se intensifica en producciones tan ambiciosas como El Rey León, un espectáculo que, desde su estreno en Broadway en 1997 y hasta su reestreno en México en 2025, ha conmovido al público con su poderosa narrativa, su imponente despliegue escénico y su carga simbólica.

Basado en la película animada de Disney, el musical dirigido por Julie Taymor —la primera mujer en ganar un Tony por mejor dirección de un musical—, ha sido aclamado por su capacidad de reinventar una historia conocida a través del arte visual, la danza africana, la música en vivo y el uso magistral de marionetas. Pero más allá de su estética, El Rey León también destaca por dar espacio a personajes femeninos cargados de fuerza, inteligencia y liderazgo, como Rafiki, Nala, Sarabi o Shenzi, que representan pilares fundamentales de la narrativa.

Detrás de cada función, tres artistas enfrentan la ardua tarea de equilibrar su maternidad con las demandas de una de las producciones más exigentes del teatro musical. En entrevista con Nueva Mujer, compartieron cómo logran encontrar ese balance, demostrando que, así como sus personajes, ellas también representan figuras de poder y resiliencia.

“No diría que tengo equilibrio ahora mismo. Sólo voy un día a la vez”, reveló Nokulunga Madlala, quien da vida a Rafiki, la sabia chamana de esta puesta en escena. Para Madlala, la exigencia emocional, física y espiritual de representar a Rafiki la desafía constantemente. Sin embargo, es la maternidad la que le otorga el verdadero significado a su sacrificio: “Al final del día, regreso a casa para asegurarme de que mi hijo coma, asista a clases y haga sus tareas. Eso toma mucho tiempo y esfuerzo”, explicó. Aunque no se siente siempre “perfecta”, la actriz se inspira en Rafiki, quien, en su rol de guía, le enseña sobre la importancia de la sabiduría y la empatía.

Ser fuerte también es mostrarse vulnerable

La historia está llena de momentos de mucho dolor en los que Nokulunga ve reflejado su propio proceso de superación. “Como Rafiki, a veces necesitamos llorar, necesitamos sentirnos derrotadas, y eso es algo que también vivimos como madres”, expresó. Este tipo de vulnerabilidad, a menudo rechazada por la sociedad, se convierte en un recordatorio de la humanidad detrás de la madre que debe ser “fuerte” todo el tiempo.

En el mismo escenario, encontramos a Tshidi Tenyane, una de las voces más poderosas del musical, quien además de ser clave como ensamble, también da vida a Rafiki. “Creo que como madres, Dios nos da la gracia para poder equilibrar todo”, reflexionó en entrevista y agregó que esto no significa que el sacrificio sea fácil. “A veces, siento que no soy suficiente. Hay momentos en los que sólo quiero abrazar a mis hijos y darles un beso, pero también necesito proveerles una buena vida”, compartió con un tono melancólico.

Tshidi destaca cómo su interpretación de Rafiki le ha permitido explorar su propia vulnerabilidad, especialmente en escenas de dolor y pérdida.

“Yo extraño a mis hijos pero esta oportunidad me ha permitido ofrecerles un futuro mejor, lo que es lo que muchas madres desean. Fue necesario desprenderme. He visto cómo me he convertido en una mejor versión de mí misma, tanto como cantante como bailarina, y eso es algo hermoso. Cada día, me miro al espejo y me digo: ‘Estoy orgullosa de ti’”, sentenció Tshidi. “Lo que quiero decirles a las mujeres es que, independientemente de las circunstancias, se aferren a lo que creen”.

El poder de una crianza colectiva

Por otro lado, Melissa Cabrera, quien da vida a la astuta Shenzi, compartió en la entrevista su perspectiva sobre cómo enfrenta el desafío de equilibrar su carrera artística con la maternidad. “Mi pareja ha sido fundamental. Durante los ensayos, él se encargaba de todo: desde llevar a nuestra hija a la escuela hasta preparar su desayuno”, relató, destacando la importancia de que las madres tengan una red de apoyo que les permita desarrollarse profesionalmente y enfocarse en ellas.

“Desde que vi El Rey León por primera vez hace 10 años, se convirtió en uno de mis musicales favoritos, especialmente por la fortaleza femenina en esta historia. Al final, las mujeres son las que lideran, tanto en las hienas como en los leones. Mi personaje Shenzi, por ejemplo, es la líder del clan de hienas. Ella es la figura materna, quien gobierna el grupo".

La fuerza femenina, el legado del El Rey León: el musical

El legado de El Rey León no sólo se refleja en su éxito global o su impacto cultural, sino también en cómo sus intérpretes encarnan, dentro y fuera del escenario, las historias de poder, amor y transformación.

Finalmente, el sacrificio de estas mujeres es un testimonio del poder transformador de la maternidad y la fuerza interior que cada una de ellas posee. A pesar de las dificultades, todas coinciden en que el amor por sus hijos y el apoyo de sus seres queridos son la clave para poder continuar adelante.

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