Hay varios tipos de zapatos que, aunque cómodos o prácticos, pueden restarle elegancia a un outfit dependiendo del contexto.
En el mundo de la moda, los detalles marcan la diferencia. Y cuando se trata de la elegancia, el calzado juega un papel crucial.
Un par de zapatos incorrectos puede arruinar incluso el atuendo más sofisticado, mientras que la elección adecuada puede elevar instantáneamente tu estilo.
¡Evítalos! Zapatos que restan elegancia a tu look
Si buscas proyectar una imagen pulcra y refinada, es fundamental saber qué tipos de zapatos pueden restarle elegancia a tu look.
Aquí te presentamos una guía de los calzados que deberías evitar si tu objetivo es la sofisticación.
Zapatillas deportivas en contextos Inapropiados:
Si bien las zapatillas deportivas han traspasado las barreras del gimnasio para integrarse en la moda casual y urbana, su uso excesivo o en situaciones formales es un error común que resta elegancia.
Combinar unos tenis con un traje de vestir o con un conjunto que requiere un toque más formal desvirtúa por completo la intención del atuendo. Guarda tus zapatillas para ocasiones relajadas y opta por zapatos de vestir, mocasines o botines más elegantes cuando la situación lo amerite.
Sandalias de plástico o goma (Chanclas/Flip-Flops):
Las chanclas son sinónimo de playa, piscina o estar en casa. Su diseño y material son intrínsecamente informales y nunca, bajo ninguna circunstancia, deben considerarse para un look que busque ser elegante. Utilizarlas fuera de su contexto adecuado es un desacierto total que denota descuido y falta de estilo.
Crocs:
A pesar de su comodidad innegable y su popularidad en ciertos nichos, los Crocs son un calzado puramente funcional y casual. Su estética voluminosa y su material de resina los hacen incompatibles con cualquier atuendo que aspire a la elegancia. Son ideales para jardinería o un paseo muy relajado, pero jamás para una salida donde quieras lucir sofisticado.
Botas UGG:
Las botas UGG, con su característico forro de piel de oveja y su diseño holgado, son famosas por su calidez y confort en climas fríos.
Sin embargo, su estilo es inherentemente rústico y casual. Intentar incorporarlas en un look elegante o formal es un error que desequilibra la armonía del atuendo, restándole cualquier atisbo de sofisticación. Son perfectas para un día de frío casual, pero no para un evento donde se requiere un toque de glamour.
Zapatos con plataformas excesivamente gruesas o diseños infantiles:
Aunque las plataformas pueden añadir altura y un toque de audacia, las plataformas que son excesivamente gruesas, desproporcionadas o que presentan diseños ostentosos e infantiles (como estampados llamativos o adornos excesivos) pueden verse toscas y restarle delicadeza y elegancia al conjunto. La clave está en la proporción y la sofisticación del diseño.
Zapatos muy desgastados, sucios o en mal estado:
Este es, quizás, el punto más importante. No importa qué tipo de zapato sea, si está desgastado, sucio, rayado, descosido o con la suela despegada, automáticamente arruinará cualquier intento de look elegante.
Unos zapatos impecables y bien cuidados son un signo de atención al detalle y de respeto por tu propia imagen. Invierte en el mantenimiento de tu calzado o, si es necesario, reemplázalos.
