Después que nos enteramos de la infidelidad de nuestra pareja nos invaden muchos sentimientos, incluyendo la culpa por creer que hicimos algo mal que arrojó a ese ser amado a los brazos de otra persona.
Como si cargar con la rabia, la frustración y el engaño no fuese suficiente, también podemos caer en el autoflagelo y el sentirnos insuficientes, olvidando la cuota de responsabilidad que tiene el otro.
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Razones para no culparte por la infidelidad de tu pareja
No eres opcional
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Tienes mucho valor como persona y eres más que suficiente. Tu pareja no tenía porqué “elegirte”, ya que no eres una opción que debe ponerse en duda respecto a las demás, como si se tratara de un objeto.
Una persona que te ama siempre te da el reconocimiento apropiado pese a cualquier circunstancia, así que no debes compararte con alguien más, ni físicamente ni en cualquier otro sentido.
No te sientas menos, ni poco. Eres única y debes estar con quien lo valore.
Él tomo la decisión
Todo acto tiene sus consecuencias y si él decidió estar con alguien más, es hora de asumirlo responsablemente como una persona adulta y madura.
Una relación es de dos personas, por lo que ambos deben poner de su parte para que funcione. No te sientas culpable de los problemas anteriores o de este engaño.
Cada quien tiene su cuota y no dejes que él se victimice porque la decisión final fue de él.
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El lado positivo
Aún en las peores circunstancias, la vida te da oportunidades para valorar los aprendizajes, ganar experiencia y crecer como persona, así que quizás esta situación les permita sanar viejas heridas y trabajar para que su relación sea mejor.
También, si decides caminar por separado, serás una mujer más fortalecida, libre y con un amor propio más brillante. Al final, todo sucede por algo y vendrán cosas mejores.