Wellness

De mi padre aprendí que no hay que aceptar amores a medias

Papá siempre tuvo las mejores lecciones de vida y amor

papá

Papá siempre me defendió de aquellos que intentaron acercarse y aunque a veces me hacía sentir vergüenza por ello, es ahora cuando entiendo que tenía razón.

PUBLICIDAD

Él siempre tuvo ese sexto sentido para ver más allá de las apariencias y saber cuando algo no era bueno para mí.

Mientras que las películas y libros de romance nos crean una idea demasiado color rosa de lo que es el amor, la sociedad nos llena de presiones sobre la vida que debemos tener cuando llegamos «a cierta edad».

Toda esa presión nos lleva a creer que debemos tener alguien con quien pasar el tiempo y no nos detenemos a pensar si es lo que realmente queremos y necesitamos.

Por eso, a veces terminamos conformándonos con el primero que nos diga palabras bonitas, olvidando por completo que el amor de verdad también se trata de acciones.

Gracias a papá, hoy sé que merezco un amor completo, que me haga crecer y ser siempre mi mejor mejor, no uno que me haga dudar de lo mucho que valgo y merezco.

Merezco un amor al que yo pueda aportarle algo positivo y viceversa; un amor en el que no sea yo quien lo de todo sino uno en el que construyamos un futuro entre dos.

PUBLICIDAD

De mi padre aprendí que este amor no no tiene que ser como el mundo quiere que sea sino un reflejo de todos esos valores y amor que él mismo me ha inculcado.

Porque lejos de formar una niña caprichosa o una “princesa”, papá crió a una mujer fuerte, con un alma inquebrantable y un corazón que merece latir de felicidad.

Quizá puso estándares muy altos en mi corazón sobre lo que significa el amor de verdad pero agradezco que eso me ha enseñado a no quedarme con mitades.

Papá me enseñó que no tengo que complacer a nadie

Papá me enseñó a ignorar las opiniones no solicitadas y a defenderme de quienes quieren hacerme sentir menor.

Las personas siempre tendrán una opinión sobre nosotras y por momento, nos quedaremos con la idea de que debemos ser de cierta forma para gustar y que si no es así, entonces nunca encontraremos amor.

Por suerte, papá me enseñó que no vivo para complacer al mundo y que quien me quiera de verdad, no buscará cambiarme para que em considere un buen partido.

Porque los amores a medias duelen y no dejan avanzar

De papá también aprendí que cuando no te dejas llevar por todo lo que dice la sociedad y te dejas de comparar con lo que están haciendo los demás, te das cuenta de que vale la pena esperar.

Hoy soy una mujer fuerte que no se conforma con palabras bonitas. No tengo que bajar mis estándares ni permitir que me hagan dudar de lo valiosa que soy sólo para cumplir con expectativas ajenas.

Más de este tema

La fortuna de crecer con un papá que me enseñó a ser fuerte

Crecer con un padre ausente me hizo valorar más el esfuerzo de mamá

Cuando estás bien contigo misma, crías niños emocionalmente inteligentes

Te recomendamos en video

Éstos son los secretos para una vida feliz según la ciencia Éstos son los secretos para una vida feliz según la ciencia

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último