Wellness

Cuando papá es una figura intermitente en tu vida

Tener un papá intermitente afecta tanto como uno ausente

La sociedad tiende a señalar más a las mujeres que a los hombres en todos los sentidos. Que una cría a sus hijos sola es casi tan malo como que los abandone pero cuando se trata de un padre ausente, no pasa nada.

PUBLICIDAD

Un padre ausente es aquel que abandona a la mujer en la crianza de sus hijos pero un padre intermitente puede ser igual o peor.

Aquel que está pero no está. Que aparece y desaparece de un momento a otro. Aquel que no sabes si cuentas o no con su apoyo.

El modelo tradicional de familia dicta que una debe crecer de la mano de mamá y papá, sin embargo, poco se habla de aquellas que carecen de esa figura paterna directa.

Aunque mamá termina por ser un superhéroe de tiempo completo,  crecer sin un padre -o con un padre que se va- tiene sus estragos en el corazón y la mente de un hijo.

Los papás que no están, son un tema muy delicado. El contacto poco frecuente o esporádico puede ser difícil de tratar y causar muchos estragos en la personalidad de un niño. Y aunque hay muchos factores que explican su ausencia, es claro las necesidades de un niño por tener a su figura paterna permanecen.

TAMBIÉN LEE: Lo duro de crecer con una mamá demasiado crítica

PUBLICIDAD

Y es que un padre intermitente envía mensajes confusos y contradictorios que dicen que te aman, pero no lo suficiente para permanecer a tu lado.

Entonces surge la llamada «herida del padre», que según expertos es la disfunción psicológica, relacional y física que ocurre en personas que crecieron con un padre que estaba emocional o físicamente ausente.

Con una figura que está presente y ausente al mismo tiempo,  un niño puede convertirse en un adulto desconfiado, temen ser traicionados, no reconocidos, ignorados o descuidados.

La figura paterna puede ser sustituida en cierto modo con un abuelo, un tío o incluso un padrastro si es que la madre vuelve a tener una pareja con quien cría a su hijo. Sin embargo, esto no es suficiente. Siempre estará la pregunta de por qué papá no está como con otros niños.

TAMBIÉN LEE: La fortuna de crecer con un papá que me enseñó a ser fuerte

¿Qué hacer entonces?

Sanar es un proceso difícil y toma tiempo. Lo mejor es que lo hagas de la mano de alguien en quien confíes y que te ame sin señalamientos. De igual modo puedes buscar ayuda de un profesional que te ayude a ver las cosas desde una perspectiva objetiva y no tan emocional.

Examina cómo la falta de tu padre afectó tu vida y lo que has conseguido por ti misma.  Eso te ayudará a recuperar poder sobre ti. Cuando somos niños, estamos a merced de nuestros padres pero al crecer, logramos separarnos de ellos. Darte cuenta de cómo esta ausencia te afectó te permitirá saber qué es lo que no quieres y lo que realmente mereces. Permítete sentir y abrazar todas esas emociones. No repitas patrones y lucha por la vida que siempre deseaste. Eres más fuerte de lo que crees y eres capaz de tomar las riendas de tu vida para ser feliz.

Te recomendamos en video

Éstos son los secretos para una vida feliz según la ciencia Éstos son los secretos para una vida feliz según la ciencia

 

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último