La pandemia de coronavirus obligó a ciudades enteras a tomar medidas de prevención drásticas como lo fue el distanciamiento social y el confinamiento. Esto sin duda ayudó a evitar la propagación masiva y rápida del virus. Sin embargo, esto trajo consigo otras situaciones en torno a la salud mental de muchas personas.
Cuando se restringe la libertad de forma tan contundente y encima hay el riesgo de un enemigo invisible, es inevitable caer en desesperación, ansiedad y estrés. Sin embargo, las cosas pueden dar un giro ahora que las restricciones se están suavizando y que poco a poco se ha hablado de una «nueva normalidad». ¿Qué pasa entonces cuando lo que te da miedo es salir de donde estuviste confinada tanto tiempo?
TAMBIÉN LEE: Coronavirus: El miedo lleva a somatizar la angustia
Expertos han definido esta situación bajo el llamado «Síndrome de la Cabaña»
Aunque no es un síndrome oficial, sí termina por globalizar una serie de trastornos psiquiátricos a los que muchos nos hemos enfrentado. El distanciamiento social y el aislamiento se han convertido en una amenaza para nuestro estado general de bienestar.
Al ser seres sociales, el aislamiento por un tiempo tan prolongado afecta negativamente nuestra mente y cuerpo, una situación que enfrentan los astronautas y exploradores que pasan meses sin contacto con otros.
Por otro lado, nos enfrentamos al hecho de tener que volver a salir, ha creado una gran inseguridad en muchos que aún temen por la exposición al virus.
TAMBIÉN LEE: Coronavirus: El miedo lleva a somatizar la angustia
Nuestro hogar se ha convertido en un refugio ante nuestra incertidumbre lo que nos hace caer en un ciclo de ansiedad entre el querer salir y hacer nuestra vida normal pero al mismo tiempo saber que estamos más seguras entre nuestras cuatro paredes.
Nuestros hábitos han cambiado y nos hemos acostumbrado a llevar otro ritmo. Tenemos una sensación de descontrol.
¿Qué hacer frente a esto?
Lo primero es ir poco a poco. Es importante comenzar con metas pequeñas que impliquen ir saliendo de casa, ya sea para tirar la basura, caminar alrededor la cuadra o ir a la tienda. Claro, siempre con las medidas pertinentes. Es importante hacerlo de forma constante para que poco a poco comiences a dominar la ansiedad y el miedo que te provoca el exterior.
Lo segundo es respetar los protocolos de seguridad y seguir las medidas de prevención. Ya que salir es inevitable, es importante continuar con las pautas de distanciamiento social, lavado de manos constante y uso de mascarilla, entre otras que te darán seguridad.
TAMBIÉN LEE: Tengo miedo de seguir en casa pero tengo más miedo de lo que me espera allá afuera
No dejes de expresar tus inquietudes y de ser necesario, acudir a un profesional para que te ayude a superar la ansiedad y el miedo. Hoy en día existen muchas opciones que se acomodan a tus necesidades.
Lo cierto es que estamos frente a una situación es excepcional y no hay una única manera correcta de superarla. Es importante ser responsables y empáticos por el bien propio y de otros. Y sobretodo ser muy pacientes.
Te recomendamos en video
This browser does not support the video element.