Puede ser la forma en la que te mueves por el escenario o el hecho de que eres capaz de seguir cualquier tipo de música con ritmo pero si amas bailar, debes saber que tienes el don de hacer muy feliz a otros.
Quizá no te lo han dicho, pero la energía que transmites cuando bailar es contagiosa y eso hace que los demás sonrían. Ya sea que estén bailando contigo o que simplemente estén admirando la forma en la que te mueves; eres una chispa de alegría que ilumina a cualquiera.
Cuando eres una persona que ama bailar, dejas de preocuparte por lo que piensa la gente. Porque sí, probablemente están mirando y quizá piensen que eres extraña. Pero ¿a quién le importa? Esta acción aparentemente pequeña puede servir como herramienta de aprendizaje para muchos. Tu baile es una fuente de inspiración para quienes no se atreven a dejarse llevar por sus emociones.
Y es que puedes tener un día increíble o uno lleno de angustia y ansiedad pero sabes que la mejor terapia está en el baile y que tus pies al ritmo de la música, ayudarán a sanar tu corazón. Qué importa si para algunos es una pérdida de tiempo o algo ridículo; cuando bailas, te olvidas de todo y eso es lo único que importa.
La vida es demasiado corta para no pasar un buen rato. Lo escuchamos una y otra vez, pero la verdad es que pocos entienden lo que realmente significa. Para ti, el baile es una forma de disfrutar la vida y esa sonrisa que te provoca el movimiento, es contagiosa.
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Cuando estás en una fiesta, eres la que siempre abre la pista y de forma instantánea, otros comienzan a seguirte. Porque sí, la felicidad que transmites cuando bailas es una inspiración para otros.
Tu amor por el baile te ha hecho ser espontánea y juguetona y eso hace que otros quieran estar contigo. Eres una pieza clave del rompecabezas, esa que es necesaria para completar el paisaje. Eres el alma de la fiesta y la luz que ilumina el día más oscuro. Lo mejor de todo, es que haces que hasta la persona más tímida o «torpe», encaje a la perfección en la pista de baile.
Bailar es divertido y emocionante. Trae calma y paz al alma pero también inspira, libera y mueve. Hay un poder místico detrás de lo que implica mover el cuerpo al ritmo de la música. Bailamos por la claridad mental, la estabilidad emocional y por mantener una buena condición física. ¡Y qué mejor que hacerlo en compañía! Cuando tienes amigos que aman bailar tanto como tú, la vida se vuelve aún mejor.
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