Guiadas por el desconocimiento, muchas personas tienden a afirmar que VIH y Sida es la misma enfermedad, poniendo gravemente en peligro su vida y su sexualidad. Ambas enfermedad no son lo mismo ni deben tratarse de la misma forma.
Cuando se habla de VIH se refiere al Virus de Inmunodeficiencia Humana, que ataca el sistema inmune de la persona infectada.
Este virus deja indefenso al organismo de la persona y lo expone a enfermedades causadas por bacterias, virus y hongos, ya que el VIH destruye los linfocitos DH4, encargados de producir los anticuerpos responsables de combatir las infecciones causadas por agentes externos, explican en la web especializada Infosida.
En cambio, cuando se habla de Sida, se trata del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que aparece cuando ya el organismo es incapaz de defender a la personas de las bacterias y microorganismos dañinos del exterior.
En esta etapa, la inmunodeficiencia causada por el VIH es muy intensa.
Transmisión del VIH / Sida
El VIH puede transmitirse por medio del contacto con sangre infectada, semen o fluidos vaginales de alguien enfermo, por eso es tan importante usar siempre protección durante las relaciones sexuales.
También puede transmitirse de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Síntomas
A las pocas semanas de haber contraído la infección con VIH, la persona puede sentir fiebre, dolor de garganta y fatiga, explica Mayo Clinic. Cuando ya se desarrolla el Sida, los síntomas se extienden a pérdida de peso, fiebre, diarrea, pérdida del apetito y más infecciones.
Cómo tratar el VIH / Sida
Debes tener claro que las personas no mueren por tener Sida, sino por las enfermedades que la persona contrae al no poseer un sistema inmune fuerte que lo proteja de infecciones.
Y otro detalle a tener presente es que tener VIH no es sinónimo de muerte: con el tratamiento adecuado, son muchos años y décadas que la persona puede vivir tranquilamente, sin desarrollar el Sida.
El tratamiento más indicado es una terapia antirretroviral que disminuye el progreso de la enfermedad de manera significativa, evitando infecciones y complicaciones, además que reduce el riesgo de infectar a otros.