¿Mucho tiempo soltera?
Conseguir pareja se ha vuelto una necesidad social, en lugar de biológica. Es decir, te implantan desde corta edad que estás incompleta, que lo único que te puede llevar a la felicidad es la compañía de otra persona.
Entonces –por supuesto– si no logras conseguir pareja tu primer pensamiento es que hay algo mal en ti; tal vez no eres suficientemente atractiva, tal vez es tu personalidad lo que aleja a otros, o tus “demonios internos” son los culpables y no te dejan avanzar.
Asimismo, si alguna relación salió mal, inmediatamente se piensa que era nuestra media naranja, o que el amor de nuestra vida solamente llega en una ocasión y que jamás conseguiremos experimentar algo igual.
Estos pensamientos, por más que intentes fingir que todo está bien, en verdad solamente están hiriéndote.
Una mujer no necesita a su “príncipe azul” para ser feliz, la idea de la media naranja son paradigmas pasados que insinúan que necesitamos de otra persona para que nos complete.
Estas historias que en apariencia son románticas, terminan perpetuando sentimientos de soledad en todas las mujeres y hombres.
No se trata tampoco de promover la soltería eterna, pero sí la idea que está bien qué decisión tomes en tu vida o cuánto te tardes. El único final feliz es el que tú construyes, aquel que se basa en el respeto y amor de tu persona.
Beneficios de la soltería
Al final una mujer que lleva mucho tiempo soltera aprende ciertas cosas de su persona, aprende a sentirse cómoda sola, en lugar de ser acechada por la soledad.
No duerme con un nudo en la garganta, ni es esclava de las inseguridades que son inevitables en pareja.
Realmente una mujer soltera se vuelve consciente de su independencia, y nada la vuelve más feliz que eso.
Se tiene tiempo de cultivarse como persona, como ser humano, descubrió aquello que nos apasiona. Una relación siempre consume tiempo, es dedicárselo a otra persona para una mutua convivencia.
Cuando no se está en una relación se tiene la oportunidad de crear lazos de amistad más fuertes, puesto que todo el tiempo es dedicado para aquellas personas que vuelven mejor nuestro mundo.
Esto siempre cuando tomamos la soltería con la madurez que se merece, y no con el miedo que nos implantan.
Si eres una mujer soltera, no veas esto como algo negativo, no permitas que esto afecte tu seguridad o hasta tu felicidad. Concéntrate en la única persona que estará contigo para siempre, tú misma.
Emplea las herramientas que tienes a tu alcance para crecer como mujer, vive tu vida plenamente y que nadie te haga sentir culpable por eso.
Al final es tu tiempo lo más preciado, y la soltería es el mejor campo para conocerte a ti misma, para saber tus necesidades, y para no anteponer la felicidad de otra persona, antes que la tuya.
Aprende a que las historias de caballeros y princesas no lo son todo, que una pareja no es el único ingrediente para alcanzar la felicidad. La felicidad está hecha de pequeños momentos, de la brisa del viento, de una carcajada con amigos, de lágrimas de alegría, del éxito al cumplir con tus metas, de la satisfacción al terminar un buen libro o una buena película.
La vida no se construye alrededor de una persona, y es algo que debemos aprender. Las mujeres solteras que llevan mucho tiempo así se acostumbran a vivir de esa manera, y no hay nada malo en ello.
Se saben hermosas e inteligentes, y por eso son conscientes que es mejor estar solas, que llevar una relación por miedo a la soledad.
Porque aquellas abundan, vemos mujeres con hombres que no las valoran, en donde nos son felices pero están ahí por miedo a no encajar en una sociedad en la cual valen solamente las historias de amor.
Las mujeres que llevan solteras mucho tiempo saben que el día que decidan abrirse, encontraran a una persona que llegue a caminar junto a ellas, no a complementar algo que está roto.
Son mujeres que se rigen por sus propios ideales, y que no tienen miedo a los estigmas sociales. Aquellas que jamás bajan la mirada, ni se dejan minimizar por ideas preconcebidas que nos heredaron pautas que ya son retrogradas.
Sé la mujer de tus sueños, en lugar de buscar al hombre perfecto que te venden.