Aunque no se trata de una regla, entrar a la universidad supone la oportunidad de probar cosas que quizá no habíamos intentado antes, entre ellas el consumo de alcohol. Beber con el estómago vacío hará que nos emborrachemos más rápido pues la comida ayuda a absorber el alcohol reduciendo su absorción por el torrente sanguíneo.
La ‘drunkorexia’ es un término no médico que los investigadores de la Universidad de Houston han estado estudiando pues han identificado que los estudiantes universitarios tienden a no comer o a reducir el número de calorías de su dieta para poder consumir más alcohol.
«Los estudiantes universitarios parecen participar en estos comportamientos para aumentar los efectos del alcohol o reducir las calorías relacionadas con el alcohol”, expresaron los expertos.
Este trastorno está en aumento en las mujeres, quiene preocupadas por su peso, beben más y dejan de comer con consecuencias adversas para el cuerpo como la deshidratación, la deficiente absorción de nutrientes y, en algunos casos el grado grave de desnutrición.
Además, las consecuencias también se ven a nivel cognitivo, con problemas de concentración y problemas para la toma de decisiones. Los órganos vitales son los más afectados por este trastorno, provocando daños en edades tempranas.
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