Por Daniela Maraboli, nutricionista de la Universidad San Sebastián.
PUBLICIDAD
Para saber si estás en tu peso ideal, debes conocer tu estado nutricional, el cual se define como «La condición física que presenta una persona como resultado de los alimentos ingeridos y el aprovechamiento del organismo (adaptación fisiológica) de los nutrientes consumidos». Es decir, un deportista tiene un mayor requerimiento de calorías y nutrientes que una persona que no realiza actividad física, ya que su «aprovechamiento» será superior, porque su gasto de energía es más elevado.
DESCUBRE MÁS:
- Personal trainer nos dice cómo acelerar la pérdida de grasa en 8 pasos
- Ejercicios fáciles para tonificar las piernas en casa
- ¡Operación bikini! 5 ejercicios de Pilates para reafirmar el abdomen
Una herramienta que nos ayuda a determinar el estado nutricional de una persona es el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual relaciona la estatura con el peso, de acuerdo a la edad.

Al comparar el resultado con un patrón de referencia nos permite determinar si una persona está normal, con sobrepeso, obesa o enflaquecida. La organización mundial de la salud, establece como estado nutricional normal un rango entre 18,5 y 24,9 kg/m2, sobrepeso un IMC igual o superior a 25kg/m2, mientras que la obesidad corresponde a un IMC igual o superior a 30 kg/m2.
Normalmente suele existir relación entre un IMC elevado y un alto porcentaje de grasa; sin embargo, este índice es el primer paso para conocer el estado nutricional de un individuo, ya que sí queremos determinar el porcentaje exacto de masa grasa o masa muscular debemos utilizar otros métodos más específicos como mediciones con caliper, bioimpedanciometría, entre otros. Estos métodos son especialmente útiles para los deportistas, ya que si bien pueden presentar un IMC elevado, puede deberse a que tienen mayor masa muscular, por lo tanto no se consideraría como sobrepeso u obesidad.
PUBLICIDAD
El IMC además de determinar el estado nutricional, es muy útil ya que en base al resultado que arroje nos permite conocer la condición de salud de una persona y así calcular los requerimientos nutricionales (calorías, proteínas, carbohidratos, lípidos y micronutrientes) incluyendo también su nivel de actividad física para poder generar un régimen adecuado y particular para la persona.
Si calculaste tu IMC y te encuentras con resultados elevados no dudes en consultar a un especialista; el sobrepeso y la obesidad corresponden a una acumulación excesiva de grasa que es perjudicial para tu salud, ya que pueden desencadenar enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes, hipertensión y dislipidemia (colesterol y triglicéridos alto), las cuales podrían generar consecuencias negativas si no se controlan a tiempo.
Recuerda seleccionar tus alimentos, evitando los con alto contenido de azúcares, grasa y sal, aumentar el consumo de frutas y verduras, respetar los horarios de alimentación y consumir de 8 a 10 vasos de agua para mantenerte hidratado.