Todos

Melania Trump y otras famosas esposas de hombres poderosos y malvados

¿Es necesario juzgar a una mujer por su esposo? Vean estas historias

Por Luz Lancheros

A la primera dama le hacen slutshaming solo por estar casada con el polémico presidente estadounidense. Pero su historia y la de otras mujeres antes que ella, casadas con dictadores y controvertidos líderes políticos, muestra que a veces ignoraron sus acciones, muchas veces sufrieron por eso y que incluso, hicieron mundos aparte de ellos o sufrieron las consecuencias de lo que hicieron. Hubo muchas corrompidas por el poder o que lo despilfarraron todo e influyeron a sus maridos para hacer lo que hicieron, como Lucía Hiriart, esposa de Pinochet, Imelda Marcos o la última esposa de Mao Tse Tung.

        DESCUBRE MÁS

  1. Marita Lorenz, la mujer espía que enamoró a Fidel Castro y dejó todo por amor
  2. 5 cosas que hace muy bien Melania Trump a pesar de su marido
  3. «Podría haberme pasado ocho años sin hacer nada»: Michelle Obama

 

Pero hubo otras que a pesar de todo eso, vivieron cosas fuera de lo común. Aún así, lo el mundo se pregunta es ¿por qué amaron a personajes que fueron tan controversiales y que en muchos casos, hicieron tanto daño?

Nadezhda Allilúyeva
Marido: Iósif Stalin

Ella es la prueba más clara de que así como era Stalin con los rusos, lo era con quienes llegaron a quererlo. Ella era hija de revolucionarios y se casó con el entonces líder revolucionario en 1919. Este le doblaba la edad y aún así, le dio dos hijos. Él le fue infiel y también llegó a maltratarla verbalmente, fundiéndose en una relación de amor/odio. No soportaba el trato que le daba Stalin a su primer hijo, que terminó muerto en una alambrada de un campo de prisioneros nazi en 1943. No soportaba que la celara. No soportaba su frialdad ni lo que estaba haciendo con los rusos, sumidos en la hambruna. En 1932, se disparó.

Eva Braun
Marido: Adolf Hitler

Conoció a Hitler con solo 17 años y le profesó absoluta admiración. Cuando tuvo una relación con el dictador, trató de matarse dos veces, al este no prestarle la atención suficiente. Vivió una existencia privilegiada y aislada de los verdaderos problemas de su país y del mundo, creados por su compañero. Solo en 1943, en plena guerra, se indignó con Hitler por este parar la producción de cosméticos. El Fuhrer tuvo que ceder. Nunca se mostraron en público, porque este quería parecer «atractivo» ante las mujeres. Y lo acompañó hasta el final, en 1945, en su suicidio en un búnker de Berlín.

Rachele Mussolini
Marido: Benito Mussolini

Todo el mundo conoce la historia de Mussolini con Clara Petacci y cómo los dos terminaron colgados frente al pueblo italiano, desnudos y acribillados. Pero la primera esposa de Mussolini, que conocía el affair, era Rachele, con quien tuvo cinco hijos. Ida Dalser, la anterior esposa, fue internada en un manicomio y su primogénito también sufrió un destino espantoso. Fue retratada como la esposa perfecta fascista. Huyó de Italia y los estadounidenses la encarcelaron. Quedó en la ruina. Se retiró a Villa Capena y sobrevivió gracias a la solidaridad del pueblo. En los años 60 solicitó una pensión por viudas y lo que obtuvo fue cargos por impuestos. Luego fundó un hotel- restaurante llamado «Le Caminate», que construyó su marido dictador mientras estuvo en el poder. Ella misma servía los platos que preparaba. Recibió al fin de sus días, su anhelada pensión.

Farah Diba
Marido: El último Shá de Irán, Reza Pahlavi

Farah Diba era solo una estudiante de arquitectura cuando conoció a su marido, ya supremo gobernante de Irán, a los 20 años. Este le doblaba la edad. Dejó sus ideales revolucionarios y se casó con quien muchos de su pueblo sufrieron por sus acciones represivas. Porque Pahlavi trató de modernizar Irán a toda costa y ostentaba para mostrar su poder, a costa de la pobreza de buena parte de su población y su credo islamista. Y por eso hacía ostentosas fiestas (como la celebración de los 3500 años del Imperio Persa), mientras que torturaba y eliminaba a todo el que cuestionaba su régimen. Farah Diba nunca supo nada de eso. Le dio cuatro hijos al Shá y se dedicó a fomentar la cultura en Irán. A su vez, llegó a gozar de los privilegios de su condición de Shahbanou. Vestía modelos de diseñadores iraníes, alta costura parisina y Andy Warhol le hizo un retrato. El sueño acabó cuando el Ayatollah Jomeini tomó el poder en 1980 y ellos tuvieron que vivir exiliados en varios países. Luego de eso, el Shá murió y la pérdida de los privilegios afectó psicológicamente a dos de sus cuatro hijos, que se suicidaron a edad adulta. Ahora se le ve, siempre elegante, en eventos de la realeza, junto a su nieta, socialité e it girl.

Maria Victoria Henao
Marido: El narcotraficante más famoso del mundo, Pablo Escobar

Se casó siendo una niña con quien sería el narcotraficante más rico, inteligente y famoso de Colombia. Cuando Escobar comenzó a tener fortuna, ella no hizo lo que las esposas de los narcos actuales: operarse y ostentar. Compraba joyas discretas y se caracterizaba por coleccionar obras de arte originales. Todavía se le cuestiona si sabía de las acciones de su esposo. Sobre todo, cuando comenzó a matar a personajes importantes de su país, como el Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla o al candidato presidencial Luis Carlos Galán, entre otros. O cuando comenzó a poner bombas, (Avión de Avianca incluido en 1990, con 110 pasajeros). Tuvo que despertar a la realidad en 1987: el Cartel de Cali, en guerra con su marido, puso una bomba en su edificio, Mónaco. Su hija Manuela quedó sorda de un oído. Trató de huir hacia Alemania con sus hijos, pero fue devuelta y confinada. Luego tuvo que entregar todo lo que dejó Escobar a sus enemigos, para que le perdonaran la vida. Vivió exiliada en varios países hasta que se cambió el nombre y huyó hacia Argentina. Pero no tuvo tanta suerte. Un contador la chantajeó con revelar su verdadera identidad y ella pasó 15 meses en la cárcel por supuesto lavado de activos. Ahora vive en la clandestinidad. Su hijo, Sebastián Marroquín, es quien se ha encargado de pedir disculpas a Colombia por lo que hizo su padre. Es un pacifista.

Sajida Talfah
Marido: Saddam Hussein

Era su prima y se casaron en 1963. Tuvieron cinco hijos. En 1986, el dictador se casó con otra mujer, Samira Shahbandar. Por este motivo, en una fiesta en honor al presidente egipcio de entonces, Hosni Mubarak, Uday mató a un guardaespaldas que creía que había presentado a su padre con Samira. Todo, se cree, por orden de Sajida. Casi nunca aparecía en público, pero sufrió cuando su hermano Adnan murió en un supuesto «accidente» por una tormenta de arena. Muchos creyeron que fue obra de Saddam y ella lo culpó. Huyó en la Primera Guerra del Golfo y en la segunda se exilió a Jordania con sus hijas. Increíblemente, luego de la captura de su marido, contrató a 20 abogados para defender a su marido en su enjuiciamiento por crímenes de guerra. También se cree que ella financió la insurgencia iraquí que combatiría a los estadounidenses. Ahora se le critica por los fastos que se dan sus descendientes para celebrar sus fiestas.

 

Síguenos en Facebook

Síguenos en Twitter

Síguenos en Instagram

 

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último