Los años pasan y buscamos estar bellas de forma más cómoda y en menos tiempo. Así nació el microblanding, la depilación láser y ahora, las extensiones de pestañas, una de las tendencias que promete arrebatarle poder al rímel.
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Este último ha sido desde hace mucho tiempo un aliado infalible en el tocador de cada mujer, sin embargo, para muchas sus efectos no resultan suficientes o simplemente dejó de ser práctico en comparación a su nuevo competidor.
«Creo que se han vuelto tan populares porque muchas mujeres estaban cansadas de ponerse rímel para verse medio decentes cuando se despertaban», empezó a relatar la fundadora de D’Lashes, Dionne Phillips, a InStyle.
«Son convenientes, no pesan tus ojos como lo hacen algunas pestañas en tiras, y se ahorra mucho tiempo al no tener que aplicar rímel», agregó la empresaria, una de las pioneras en esta industria quien se inspiró en sus años de modelo.
Asimismo, tras haber trabajado con celebridades como Viola Davis, Victoria Beckham, Naomi Campbell, Renee Zellweger y Mary J. Blige, asegura que parte del éxito de este producto es que le dan confianza a la mujer en todo momento.
Extensiones de pestañas, ¿sí o no?
Esta técnica consiste en adherir a las pestañas naturales, una a una, pestañas sintéticas que pueden ser de seda o de pelo de visón mediante un pegamento especial.
Sin embargo, también pueden aplicarse solamente en el extremo del ojo para abrir más la mirada o poblar aquellas zonas donde las mujeres que tienen poco vello, otorgándoles volumen y densidad.
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Además de rejuvenecer la mirada, otros de los beneficios por la cual las extensiones de pestañas le están ganando la carrera al rímel es que pueden mantenerse intactas hasta un mes y el mantenimiento es cada tres semanas, aproximadamente.
Aunque pueden traer consigo reacciones alérgicas, daños en el párpado o infecciones, la tendencia sigue en alza y depende de ti si quieres dar el salto.
