Por Olivia O’Gam y Andrea Sánchez
Sabemos que les ha pasado, tienes un labial preferido y éste simplemente no soporta más el uso y se rompe. No es el fin del mundo, puedes seguir usándolo, sólo necesitas un encendedor y una superficie lavable.
Lo primero que deberás hacer es derretir un poco el labial calentándolo con el encendedor, una vez que hiciste eso, pega la parte rota y vuelve a calentar para que se fundan ambas partes. Para evitar infecciones o gérmenes, lávate las manos perfectamente y, en caso de que lo creas conveniente, utiliza guantes de látex.
Consejo extra: una vez que fundiste ambas partes del labial, métele en el refrigerador para que seque a la perfección. No te quitamos más el tiempo, así lo hicimos.
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