Los castigos físicos como las nalgadas han sido una forma de intentar educar a los niños desde tiempos remotos sin embargo, cada vez se ha comprobado más que no son nada efectivos.
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Los padres que dan nalgadas a sus hijos tienden a verlo como una herramienta eficaz y útil para enseñarles cómo comportarse.
Muchas personas fueron educadas con ese método pero los expertos en salud y desarrollo infantil aseguran que se trata de un castigo que lleva a resultados negativos.
No hay ningún beneficio en las nalgadas

«En unos pocos minutos, los niños suelen volver a su comportamiento original. Ciertamente no les enseña a autorregularse», aseguran los expertos.
La American Academy of Pediatrics asegura que los niños que reciben nalgadas como castigo son propensos a ser más agresivos y aumenta el riesgo de problemas de salud mental a futuro.
Los niños se desarrollan mejor cuando ejercemos una crianza amorosa y comprensiva, estableciendo límites saludables.
Los investigadores también sugieren que los niños que son castigados a base de golpes o humillaciones tienen mayores probabilidades de convertirse en adultos deprimidos, con tendencias suicidas o de abuso del consumo de alcohol y otras drogas.
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nseñar a los niños comportamientos aceptables así como tomar buenas decisiones y ejercer el autocontrol, es àrte fundamental en su crianza y no se consigue a base de golpes.
Los niños pueden ser demasiado inquietos y necios y la paciencia de los padres tiene sus límites, pero cuando recurren a las nalgadas, no logran nada.
Criar hijos emocionalmente inteligentes.

Especialmente en estos tiempos en los que luchamos por acabar con los patrones violentos, es importante reconsiderar qué tipo de crianza ejercemos con los más pequeños.
Cuando los padres adoptan estas ideas equivocadas, pueden tomar medidas que animarán a los niños a ser lo peor de sí mismos, en lugar de lo mejor.
No hay un manual sobre cómo ser el padre o la madre perfectos pero sí hay que poner atención en la forma en la que se educa a los niños, el entorno donde desarrollan sus habilidades sociales y el estilo de vida que se lleva en casa.
Moldea un comportamiento social saludable
La falta de valores es un problema que generalmente comienza en la infancia. Es algo aprendido en casa o en el entorno familiar o escolar que a menudo puede ser minimizado o pasado por alto. Debemos enseñarles a tener un corazón compasivo.
Hazles saber que son amados incondicionalmente. Esto les dará una base sólida para volve

Tener un tiempo fuera. Golpear a los niños por mala conducta envía un mensaje contradictorio en el que se preguntarán por qué está bien que les pegues, pero no está bien que le peguen a otros. El tiempo fuera les enseña a los niños cómo calmarse sin reprimir sus emociones.
Enséñales consecuencias lógicas
Las consecuencias lógicas son una excelente manera de ayudar a los niños que luchan con problemas de conducta. Por ejemplo, si tu hijo se rehúsa a comer su cena, no le permitas tomar un postre o si se niegan a recoger sus juguetes, no les permita jugar con ellos durante el resto del día. Vincular la consecuencia directamente con el problema de conducta ayuda a los niños a ver que sus elecciones tienen consecuencias directas.
Sé un buen modelo a seguir
Los niños observan a otros para aprender formas apropiadas de comportarse e interactuar. Son fácilmente influenciados por los comportamientos que ven a su alrededor. Puedes ser un buen modelo a seguir reconociendo y valorando los sentimientos de los demás, y mostrando comprensión y simpatía cuando alguien está triste, molesto, angustiado, frustrado o necesita ayuda.
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