Ser mamá es una decisión que se toma en algunos casos desde muy joven. Si es el tuyo, deberías mejorar estos hábitos para no afectar tu posible maternidad cuando así lo desees.
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Muchos de ellos los arrastramos desde la adolescencia y por eso, cuando nos sentimos preparadas para traer vida al mundo, nos encontramos con que nuestro cuerpo no se encuentra en las condiciones más óptimas para concebir.
Hábitos que debes dejar para no afectar tu posible maternidad
De acuerdo con el doctor Enrique Pérez de la Blanca para El Mundo, no hay que preocuparnos más de la cuenta sino tomar acción, ya que “los efectos en la fertilidad provocados por los malos hábitos pueden ser reversibles al cambiar el estilo de vida”.

Es decir, no te alarmes si hoy por hoy los llevas a cabo y deseas ser mamá, pues con empezar a corregir a partir de ahora podrías estar en perfectas condiciones para tener un hijo, aunque debes confirmarlo con exactitud yendo a tu médico de confianza.
“Es recomendable mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta completa y variada, practicar ejercicio regular, controlar el estrés y evitar el consumo de alcohol y tabaco”, asevera el experto sobre lo que debemos hacer desde muy jóvenes para tener embarazos óptimos.

“Además, es crucial mantener un peso adecuado y llevar a cabo chequeos médicos periódicos, especialmente los ginecológicos, que deben incluir una citología cervicovaginal, exploración mamaria y ecografía para conocer el estado del útero y los ovarios”, asegura.
“Algunos problemas ginecológicos que pueden ser detectados, a veces fácilmente, en exámenes ginecológicos rutinarios como la falta de ovulación, la endometriosis, la baja reserva ovárica, malformaciones uterinas o tumores benignos como miomas o pólipos, pueden ser en muchos casos tratados. Su conocimiento puede ayudar a tomar actitudes preventivas mientras esperamos la época en la que nos convenga buscar la gestación”, recomendó.