En medio de la pandemia global por coronavirus, un árbol conocido como Takizakura (cerezo en cascada) de más de mil años, sorprendió a los habitantes de Miharu en Japón al florecer esplendorosamente.
Un árbol de cerezo trae esperanza a los habitantes de Japón
Cada año, el cerezo recibe la visita de miles de personas que hacen fila para poder apreciar la belleza de un árbol que ha sobrevivido guerras, terremotos y tormentas. Sin embargo, este año los únicos que lo acompañaron, fueron los trabajadores encargados de cuidarlo, ya que la cuarentena obligó a los amantes de la naturaleza a quedarse en casa.
Su importancia surge después del desastre nuclear de Fukushima que sucedió en 2011. Por su cercanía, la ciudad permaneció casi vacía por muchos años, debido al miedo a la radiación. Hasta que recientemente, los turistas comenzaron a regresar para observar este milagro de la naturaleza.
Ahora, una nueva amenaza ha regresado al árbol a la soledad, ya que el miedo al contagio ha hecho que los habitantes de Japón sigan rigurosamente las medidas de sana distancia. Debido a esto, los habitantes de la ciudad, decidieron compartir fotos del cerezo a través de redes sociales.
El árbol, es considerado parte fundamental de la cultura de la ciudad, por lo que toda la comunidad se encarga de cuidarlo y mantenerlo vivo e incluso llevan ofrendas como arroz, sal y sake, que de acuerdo con sus tradiciones, sirven para alimentar a sus espíritus.
Para los habitantes de Miharu, el cerezo es un recordatorio de que la naturaleza es fuerte y puede superar cualquier obstáculo, así como los seres humanos son capaces de superar incluso las enfermedades más temibles.
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