Los estigmas sociales no tienen límites; buscan menospreciar sin conocimiento al otro o simplemente no les interesa en lo absoluto. Son tantos los prejuicios que no perdonan y obligan a seguir mismos caminos anulando así la diversidad natural.
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Esto lo sufrió un padre de familia brasileño que acompaña a sus hijas con autismo a la compañía de baile a la que acuden. Se llama Joilson Santos, tiene 54 años y nunca se había inclinado al baile.

Sin embargo, todo cambió cuando sus hijas se enamoraron del baile, funcionando éste como un tratamiento terapéutico. Ellas fueron diagnosticadas con autismo y este tipo de clases se les conoce como ‘ballet azul’
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Él cruza toda su ciudad para darles a sus hijas la oportunidad de asistir a estas dinámicas. El profesor Adauato Silva incentiva a los padres de familia a tomar las clases con sus hijos para poder crear un ambiente de confianza.

Jolison Santos es el único hombre en las clases y eso le ha valido muchos insultos. Su esposa –a pesar que le ha afectado las críticas que reciben como familia– se siente orgullosa de su marido según información de RT.
«Ni siquiera me gusta hablar de eso. Nos han dicho cosas muy feas».
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Son absurdos los estereotipos con los que hemos crecido y es momento de ir rompiendo con varias de nuestras creencias. Él no es menos hombre por usar una falda y zapatillas, y no sería mejor si ignorara a sus hijas pero tuviera una chaqueta de cuero.
Lo importante son nuestras acciones, no cómo nos vemos mientras las realizamos.