Shirley Hair, de 65 años, casi muere después de ser rasguñada por el gato. Ella desarrolló insuficiencia orgánica, sepsis, neumonía y una infección conocida como fascitis necrotizante.
La mujer tuvo que correr al hospital después de sufrir un rasguño en el área de la muñeca. En menos de dos días, el rasguño se enrojeció y la picazón reflejó su brazo.
En el hospital, la mujer jubilada fue directamente a la mesa de operaciones para poder extraer el tejido infectado. Como medida de recuperación, Shirley fue inducida al coma para acelerar el proceso.
La mujer le dijo al portal de noticias de Yahoo que estaba haciendo jardinería el día en que la arañaron. «Fui a acariciarlo, y cuán inteligente me rascó profundamente», dijo Hair.
Al regresar a casa y después de días de curación, la mujer donó el gato pedigrí que costó alrededor de 400 euros.