«Cleo Y Fermín»
Tomando como referencia la trama de Roma podemos tomar como lección la historia de de Cleo. Ella estaba enamorada de un hombre que jamás le iba a corresponder como debía. Aunque en un inicio éste tenía una apariencia inofensiva, educada y hasta cariñosa, la realidad fue muy distinta.
PUBLICIDAD
Desde el primer momento que ella le contó lo que estaba sucediendo con su cuerpo, él huyó sin dar explicación alguna. Asimismo, no solamente la dejó sola, también mostró un comportamiento muy violento para hacer que ella no se volviera a acercar.
¿Cómo nos relacionamos?
Es muy común enamorarnos de estas personas que solamente provocan en nosotros una sensación de vació. Que no son constantes, que en nuestro interior sabemos nos harán daño y aún así damos un paso de fe y caemos de forma irremediable en las garras de un amor no correspondido.
Las mujeres podemos pecar de ingenuas en ciertas circunstancias porque nos enseñan a soñar desde pequeñas con el príncipe azul. Solemos disfrazar al primero que se fija en nosotros, y atribuirle cualidades que no se ha ganado. No importa el género, cualquiera puede caer en esta práctica.
PUBLICIDAD
Pero, por el tipo de sociedad en el que vivimos, es más común que esto le suceda a las jovencitas. No se trata que desconfíes de cualquiera, pero sí que te fijes en las verdaderas intenciones de quienes están a tu alrededor.
Todo sería más sencillo si dijéramos aquello que sentimos o no sentimos. Sin embargo, el miedo a ser vulnerable, a quedar como villano, o simplemente a perder a una persona nos convierte en seres que engañan, esconden, y viven una doble vida.