Cuando siempre has tenido algo espectacular, llega el momento en que deja de serlo y lo ves como algo normal. Este es el caso de México, el 5to. lugar en megadiversidad con casi 30 mil especies de plantas, de las cuales el 46% se encuentra en peligro de extinción de acuerdo a los números de la Secretaría de medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Aquí se extinguen casi 3 especies por día, cerca de 1.000 por año sin generar un estado de alarma. La explotación ocurre día a día poniendo los beneficios económicos por encima de la riqueza natural que el suelo nos ha ofrecido. Despreciamos los más bellos regalos de la naturaleza al ocupar más espacio cada vez.
Organismos como el Jardín Botánico de la UNAM se han dado la tarea de encontrar nuevas técnicas de reproducción. A través de biotecnología in vitro, el Jardín Botánico ha logrado ser el único sitio en el mundo en lograr embriones somáticos, es decir, que proceden de estructuras del cuerpo de plantas adultas.
De esta manera se mantienen in vitro más de 90 especies mexicanas como parte de una estrategia de conservación por el peligro de extinción con el que subsisten. El peor enemigo que tienen estas plantas es el humano ya que destruyendo su hábitat o extrayéndolas de él para comercializarlas, han logrado diezmar sus poblaciones.
En la actualidad se tiene la tecnología para producir estos organismos, por lo que Víctor Manuel Ávila, responsable del Laboratorio de Cultivos Vegetales del Jardín Botánico, no se explica por qué la gente insiste en robarlos.
Hace falta crear una cultura de explotación sustentable que nos permita vivir en armonía con la naturaleza y conservar antes de destruir para que ese 46% sea menos al pasar de los años.
