La primera versión de este repudiable hecho acontecido el 26 de enero pasado en los Glaciares del Ventisquero Jorge Montt, en Campo de Hielo Sur (Chile), del Parque Nacional O’Higgins , fue que las 5,2 toneladas de hielo milenario robado, serían vendidas en locales nocturnos de Santiago que utilizarían el hielo para los tragos y cócteles que ahí se comercializan.
Pero como en este país los emprendimientos son cada vez más ambiciosos e innovadores, la Policía de Investigaciones, con el subprefecto Sandro Gaete, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos del Medio Ambiente de Aysén, descubrió que “la empresa iba a hacer un estudio para ver la posibilidad de comenzar a exportar agua milenaria al extranjero, y de vender hielo en restaurantes del sector oriente de Santiago para su consumo con bebidas alcohólicas”.
Las materias primas y los recursos naturales están sujetos al modelo exportador primario, por lo que no es tan descabellado como parece, que se les haya ocurrido esta idea. Por más lamentable que parezca, muchos países no industrializados caen es estas formas de “ganarse la vida” perdiendo la de la naturaleza. Además, hay “derecho a la libertad de empresa” consagrado por la Constitución de 1980.
Sin embargo, no contaban con los permisos de las Fuerzas Armadas, ni de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) de la provincia Capitán Prat, quienes presentaron una denuncia en la fiscalía al percatarse que un camión frigorífico estaba sacando hielo en una zona protegida por el Estado.
Este asunto es particularmente reprochable, porque un informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) puso de manifiesto a finales de 2010 que los glaciares de la Patagonia padecieron, junto con algunos en Alaska, los mayores impactos del cambio climático. Y de esto hay pruebas fehacientes como la que se documenta en el siguiente video elaborado por los Estudios Científicos de Chile, en asociación con la Fundación Imagen de Chile.
Sería cerca de un kilómetro por año lo que retrocede, ya que esta zona a sufrido una mayor alza de temperatura en comparación con otros lugares del mundo. Andrés Rivera, glaciólogo del CECs, profundizó explicando que ”Desde 1898, tuvo una primera fase de retroceso sostenida pero lenta, y otra rápida durante la década de los 90, cuando colapsó y retrocedió siete kilómetros en menos de siete años. Hoy ha vuelto a acelerar su repliegue”.
Entre 1960 y 2003 los glaciares patagónicos se redujeron 35 metros, frente a los 25 metros de los de Alaska, y a los 10 metros de los asiáticos, es decir, es un lugar con alto peligro de desaparición, por lo que acciones como las de robo de hielo, no solo son insólitas sino que de un daño irreparable.
Según un informe que la PDI envió al Ministerio Público, las tres barcazas arrendadas por la “empresa” partieron desde la Caleta Tortel al Parque Nacional O’Higgins, zona de protección ecológica. Allí, unos trabajadores madereros que fueron contratados para la faena comenzaron a sustraer trozos del ventisquero de entre 30 y 50 kilos desde la zona sur de la isla Faro. Así se hurtaron 5,2 toneladas de hielo, que corresponden a unos 3 millones de pesos o 6 mil dólares.
Los cinco investigados serán imputados por hurto simple dentro de un parque nacional, delito que tiene penas de entre 541 días y cinco años, más multas de entre 11 UTM y 15 UTM (de $433.530 a $591.180). Sin embargo, no se descarta que se aplique la Ley de Monumentos Nacionales, que mantiene las condenas, pero que eleva las multas hasta 200 UTM ($7.882.400).
Los trabajadores que extrajeron el hielo, no serán formalizados puesto que no sabían del ilícito.
Fuente: Desbaratan negocio que extraería hielos de glaciar en Aysén para vender agua en Europa (El Mercurio)