Alfonso ‘Poncho’ Herrera ha sido duramente criticado por no unirse a la nueva gira de RBD, la banda que lo impulsó a la fama hace casi 20 años, pues ha priorizado su bienestar y postura al no volver a lo que si bien le dio momentos gratos también le hizo pasar momentos oscuros y de humillación.
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El actor que le dio vida a Miguel Arango dejó su pasado atrás para enfocarse en su carrera dentro de la actuación, aunque eso le ha costado el rechazo y comentarios negativos de sus antiguos fans, pues no está dispuesto a permitir remover las secuelas que le dejó el proyecto que fue furor a nivel mundial.
Recientemente, el mexicano habló durante entrevista al diario español El País sobre lo que vivió junto a sus compañeros Anahí, Maite Perroni, Dulce María, Christian Chávez y Christopher Von Uckermann cuando formaron RBD como extensión de la telenovela juvenil Rebelde.
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Alfonso Herrera habla de la tragedia que vivió en RBD
Fueron distintos los conciertos y estadios en los que cantaron sus mejores temas a casa llena en países como México, Estados Unidos, Chile, Argentina, Brasil y Colombia, pero fue la misma fama lo que llevó a Herrera a renunciar a la agrupación, en especial un episodio dramático.
Él se convirtió en el verdadero rebelde al no seguir los pasos de sus amigos y aunque respeta su decisión de volver a los escenarios y les desea lo mejor tiene sus buenas razones para no volver.
“Me encanta que les vaya bien porque les tengo aprecio, les tengo cariño y les tengo respeto. Compartimos cosas que nadie más va a poder saber y que nosotros seis estuvimos ahí en momentos duros, en momentos alegres y momentos difíciles como cuando fue lo de Brasil”, dijo.
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Y es que la tragedia que los cantantes vivieron durante una estampida humana en Brasil durante una firma de autógrafos y en la que murieron tres fanáticas que fueron aplastadas se le ha quedado en la memoria.
“Fue muy duro. Años después regresamos a Brasil, conocimos a los familiares y conocí al papá de una de las niñas que perdió la vida. Ese evento me marcó de una manera muy profunda y por más que intento darle la vuelta, todavía ahí está”, enfatizó.
Pese a lo sucedido los cantantes no recibieron el apoyo psicológico que necesitaban para enfrentar eso y muchas cosas más, a lo cual se sumaba las pésimas condiciones laborales a las que los tenían sujetos Televisa, quien es la dueña de los derechos de explotación del grupo musical y de los personajes.
“Hasta la fecha sigo teniendo un poco de miedo cuando voy a un lugar donde hay mucha gente. Íbamos solos y entre nosotros nos apoyamos porque no tuvimos apoyo psicológico para poder lidiar con esta situación”, recordó Alfonso.
Lo que tampoco se le olvida fue el menosprecio que tuvieron económicamente por parte de la productora que les hizo firmar un contrato donde cedían los derechos de los personajes y pese a la gran suma de dinero que recaudaban con su imagen, ellos no percibían nada.
“Firmamos un contrato en el que cedimos los derechos del personaje, la imagen del personaje y todo lo que se explotó en temas de merchandising, nosotros no vimos ni un solo peso. Tenía 23 ó 24 años y veía la cara de mis compañeros y mi cara en todos los aparadores vendiendo galletas, chicles, jugos, cuadernos, tenis, lápices y nada. La televisora dueña de este proyecto no fue justa y no es un tema de dinero, vuelvo a decirlo, tiene que ver con un tema de trabajo, de que hicimos un Coliseo de Los Ángeles con 63 mil personas, por ejemplo, y a mí me pagaron 18 mil pesos por aquello”, recordó.