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‘Quiero bailar con alguien’, la cinta que retrata el lado más humano de Whitney Houston

Estreno y análisis de ‘Quiero bailar con alguien’ la cinta que cuenta la historia de Whitney Houston

I Wanna Dance With Somebody, la cinta que retrata la vida de Whitney Houston

Whitney Houston ya ha sido la protagonista de dos documentales biográficos, Whitney: Can I Be Me? de 2017 y Whitney de 2018, pero al parecer nunca es suficiente cuando se trata de una súper estrella como ella.

Es así como llega Quiero bailar con alguien (I Wanna Dance With Somebody) de la mano de la directora Kasi Lemmons (Harriet) y el guionista Anthony McCarten (Bohemian Rhapsody). La cinta de 144 minutos muestra los inicios de Whitney en 1985, tras firmar con el productor musical de Arista Record, Clive Davis, cuando apenas tenía 21 años.

Naomi Ackie (The End of the F***ing World) es la encargada de dar vida a la intérprete y la presenta como una joven soñadora, rebelde y ansiosa de comerse al mundo, siempre acompañada de su novia, asistente y directora creativa, Robyn Crawford (Nafessa Williams). Cabe destacar que esta relación ha sido de conocimiento público desde hace tiempo y en la historia las podemos ver conectar a través de su amor por el baloncesto y la música, además de que los desacuerdos maritales entre los padres de Houston la llevaron a mudarse con Crawford.

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La cinta nos lleva a través de los aspectos más destacados de la carrera de Houston: desde hacer el video musical de How Will I Know, hasta elegir la grabación de I Wanna Dance with Somebody, pasando por la majestuosa interpretación del Himno Nacional de los Estados Unidos en el Super Bowl XXV y su aclamado estelar en El guardaespaldas (1992), al lado de Kevin Costner.

Mientras tanto, vemos también cómo su adicción a las drogas y la violenta relación con el cantante de R&B Bobby Brown (Ashton Sanders), así como los roces con su padre, quien le roba dinero, la van arrastrando poco a poco a la decadencia.

La propia Whitney lo dijo en una famosa entrevista de 2002 con Diane Sawyer: “el peor demonio soy yo; puedo ser o mi mejor amigo o mi peor enemigo”.

Para los fanáticos de Whitney, la cinta es el homenaje perfecto, una celebración a su música y privilegiada voz. Aunque la premisa es “la Whitney que nunca conociste”, por momentos pareciera que tanto Lemmons como McCarten quisieron ser lo más cautelosos posible respecto a las complejidades emocionales y los detalles más oscuros que marcaron a la intérprete.

También, a diferencia de cintas como Bohemian Rhapsody o Rocket Man donde Rami Malek y Taron Egerton, respectivos protagonistas combinan su propia voz con la de Freddie Mercury y Elton John, en I Wanna Dance with Somebody Naomi Ackie se limita a hacer lipsync de Whitney Houston, aunque siempre cuidando a detalle cada uno de sus gestos y movimientos.

Pese a las altas y bajas en la narrativa y el bajo presupuesto que por momentos se hace evidente, no hay que perder de vista que Ackie es el corazón de la cinta. Ella estudió a la perfección a la cantante, logrando ese magnetismo que encanta. Hay recreaciones fieles de los videos musicales icónicos de Whitney así como la de su presentación en la XXI edición de los American Music Awards, con el sonido original de los aplausos y ovaciones.

Protagonizada por Naomi Ackie como Houston, Stanley Tucci como Clive Davis, Nafessa Williams como Robyn Crawford y Ashton Sanders como Bobby Brown, Quiero bailar con alguien ya está disponible en cines.

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