Espectáculos

Juan Soler no siempre fue famoso y adineraro: tuvo que robar para comer

El argentino recordó lo difícil que fue alcanzar su sueño de ser actor.

Juan Soler es uno de los actores más reconocidos.

Juan Soler es considerado uno de los actores más respetados y admirados de México, por lo que goza de una grtan popularidad, aunque tras su llegada al país azteca tuvo que enfrentar distinos tropiezos que pocos conocen.

El originario de Argentina decidió abandonar su país luego de haber estudiado actuación, para acudir a una convocatoria que estaba realizando Televisa.

Su madre decidió apoyarlo en su sueño y le compró el boleto de avión, a diferencia de su padre quien no estaba de acuerdo con que se enfocara en la actuación y le quitó todo sus beneficios económicos.

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Juan Soler y sus días más amargos

El protagonista de telenovelas como ‘La fea más bella’ y ‘Apuesta por un amor’, no desistió a su deseo de verse convertido en todo un actor referente y aunque contaba con poco dinero se lanzó a México.

Hace poco, Juan Soler contó sus inicios en la actuación y los difíciles momentos que tuvo que pasar cuando recién llegó a México. En una entrevista con Yordi Rosado, habló sobre lo que lo llevó a seguir esta profesión, los retos que tuvo al mudarse y las drásticas decisiones que tuvo que tomar cuando se quedó sin dinero.

Con tan solo 360 dólares arribó al país y gracias a la ayuda de una amiga pudo contar con un techo para dormir, pero no con el dinero suficiente para comer, pues mientras pasaban los días disminuía y no le llegaban oportunidades de trabajo.

“Tenía 360 dólares para vivir en México. En ese momento en Tucumán tenía una amiga, Fernanda, me la encontré y vivía en México, estaba en el CEA. Por casualidades de la vida tuve donde quedarme, me quedé con ella como mes y medio. Tuve donde parar, afortunadamente”, dijo.

A pesar de que luego consiguió algunos trabajos como modelo, esto no era suficiente y en algunas oportunidades tuvo que robar en supermercados para poder tener algo en su estómago.

“Sobreviví tomando yogurt en el supermercado sin pagarlo. Sacaba el yogurt, me lo tomaba y me hacía pendejo. Me iba”, explicó arrepintiéndose de las acciones de su juventud.

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