Desde su estreno en Netflix, la película Sin aliento ha logrado atrapar a las audiencias en el mundo con una trama llena emociones protagonizada por Camille Rowe y César Domboy.
PUBLICIDAD
Escrita y dirigida por David M. Rosenthal, la cinta francesa sigue a Roxana Aubrey, una joven que decide abandonar sus estudios y estable vida en París para aprender a bucear al sur de Francia.
- Te puede interesar: ‘Yo estuve aquí’: ¿la historia de Toby está basada en hechos reales?
En el curso, la joven se enamora de su instructor, Pascal Gautier, un arrogante campeón mundial en apnea quien la introduce al deporte. A partir de entonces, comienzan un profundo y pasional amor.
No obstante, su relación se torna destructiva cuando Roxana incursiona en el buceo en apnea y rápidamente comienza a triunfar por su talento y ambición, despertando los celos de su pareja.

El intricado relato ha causado furor en la plataforma de streaming desde su primer día. No obstante, pocos saben que el filme está basado en la historia real de la buceadora de apnea Audrey Mestre.
Al igual que la protagonista, la deportista murió ahogada a causa de una serie de errores humanos en mitad de una competición el 12 de octubre de 2002 con apenas 28 años de edad.
Durante sus últimos años, Mestre alcanzó grandes hitos en su carrera, pero también estuvo envuelta en conflictos personales, los cuales muchos acusan de arrebatarle la vida prematuramente.
PUBLICIDAD
La trágica historia real de Audrey Mestre, la buceadora que inspiró Sin aliento
Audrey Mestre llegó al mundo un 11 de agosto de 1974 en Saint-Denis, Francia. Su familia se desenvolvía en el mundo de la pesca submarina por lo que aprendió a nadar y bucear desde temprana edad.
A los 16 años, Audrey obtuvo su licencia como buceadora recreativa. Cuando alcanzó la adultez, decidió estudiar la carrera de Biología Marina en México, país donde su familia se radicó en los 90.
Mientras escribía una tesis doctoral sobre el funcionamiento de los pulmones bajo el mar, la joven conoció al apneísta Francisco “Pipín” Ferreras en una inmersión de buceo libre en Cabo San Lucas.
Mestre, quien era fan del famoso buceador cubano, quedó flechada en la inmersión en 1996. Se volvió buceadora auxiliar en su equipo en este evento y se enamoraron perdidamente.
Tan solo meses más tarde, se había mudado con él a Miami. En la ciudad estadounidense, Ferreras comenzó a entrenarla y ella se dedicó a comenzar una carrera en el buceo libre al igual que su pareja.
En los años siguientes, Audrey rápidamente se abrió camino por méritos propio y ganó respeto y reconocimiento en el mundo del buceo tras batir varios récords gracias a su talento y determinación.
Su primera marca la batió en 1997, al sumergirse a 80 metros en la Islas Caimán. Tres años más tarde, estaba asombrando a todos al descender a 125 metros en La Palma, en España.
A sus récords individuales se agregaban los que alcanzó en pareja con “Pipín” en categorías mixtas y también con la buceadora Karoline Dal Toe en las categorías femeninas.
El año 2002 tuvo un excelente comienzo. A inicios del mismo, la apneísta descendió hasta los 130 metros de profundidad en Fort Lauderdale, Florida, en 1 minuto y 56 segundos. Un tiempo récord.
Gracias a esta hazaña, Mestre se convirtió en la quinta persona en el globo en realizar la inmersión más veloz. No obstante, una dura rival surgió en aquel entonces para ella: Tanya Streeter.
En agosto de 2002, Streeter alcanzó el máximo récord mundial femenino de apnea sin límites al descender hasta 160 metros de profundidad. A la fecha, esta marca no ha sido superada.
Sin embargo, Audrey intentó romper la histórica marca en octubre de ese año sumergiéndose a 171 m de profundidad en República Dominicana. Lamentablemente, murió en el intento.
La terrible muerte de Audrey Mestre a metros bajo el agua
En la apnea sin límites, los practicantes pueden descender y ascender utilizando el método que prefieran. En su mayoría, los apneístas usan lastres o un trineo fijado a una línea para descender.
Mientras, para ascender a la superficie, muchos eligen globos o chalecos con compartimientos de aire comprimido. En el caso de Mestre, la joven descendió sin problemas hasta los 171 metros.
No obstante, cuando quiso ascender accionando el globo elevador, el mecanismo no respondió. Al percatarse, el buceador auxiliar, Pascal Bernabé, intentó emerger con ella con la mayor velocidad.
Pero no podía hacerlo demasiado rápido. En parte, debido a que podían morir en seguida a causa de la descomprensión, un trastorno que provoca formación de burbujas de nitrógeno en el cuerpo.
A causa de esto, se vio obligado a realizar varias paradas. Desgraciadamente, en el camino, no había otro buceador auxiliar sino hasta los 80 metros de profundidad en el mar.
Al notar que estaba tomando demasiado tiempo, “Pipín” se lanzó al agua por Audrey y la encontró, pero ya no había nada que hacer. Al salir a la superficie, el buceador intentó reanimarla, pero no pudo.
De inmediato, llamaron al doctor del equipo, pero no había. Aunque no tenía signos vitales, la trasladaron a la playa en un último intento de traerla a la vida. Tampoco había equipo adecuado.
Luego de un accidentado rescate, la joven fue declarada muerta por ahogamiento tras pasar 8 minutos y 34 segundos bajo el agua. El descenso y ascenso a pulmón tendría que haber durado 3 minutos.
¿Muerte accidental o crimen premeditado?
El hecho de que el globo no tuviera aire, la falta de suficientes buceadores auxiliares y un equipo médico adecuado (solo había un dentista) desataron rumores de negligencia de parte de Ferreras.
Pascal también fue señalado por no compartir el oxígeno que llevaba. Al respecto, explicó que no podía hacerlo a esa profundidad porque podría haber hecho explotar los pulmones de Audrey.
“Pipín” esquivó las acusaciones y escribió un libro de su vida juntos llamado En el abismo azul: una historia de amor y obsesión, el cual se convirtió en un éxito cuando salió a la venta en 2005.
Más tarde, Carlos Serra, uno de sus antiguos socios, lanzó otro libro con su versión de los hechos titulado El último intento: la verdadera historia de la campeona de apnea Audrey Mestre.
En este texto, Serra destapó las peleas que había entre la pareja. También reveló que “Pipín” tenía celos profesionales de los éxitos de Mestre, quien hizo en unos años lo que a él le tomó una vida.
Además, analizó la presunta implicación de su exsocio en la muerte de Audrey, pues él no solo se encargó de comprobar el aire en el globo, además era responsable de la logística ese fatídico día.
Sin aliento toma en cuenta esta versión en donde el esposo de la apasionada por el océano es el supuesto culpable. Por esto, Rosenthal cambió muchos detalles para evitar líos legales.
Cabe destacar que, en el marco del primer aniversario luctuoso de Audrey, el cubano hizo una inmersión en su honor. El evento fue grabado por James Cameron y hasta Salma Hayek estaba ahí.
Ferreras descendió los 171 metros que su esposa quiso alcanzar para llevarle simbólicamente un ramo y subió sin problemas. Muchos lo vieron como una prueba de amor, otros de arrogancia.