No cabe duda que Emma Watson tiene todo para ser considerada como todo un ícono generacional, no solo por su participación en Harry Potter, por ser feminista o por tener un estilo inigualable.
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Emma ha inspirado con cada a paso a cientos de niñas que, desde hace 20 años le siguen la pista y buscan llegar a ser como ella: activista, modelo, actriz, graduarse de la universidad y más recientemente: directora.
La intérprete de Hermione Granger ha demostrado ser mucho más que una cara bonita y hace algunos días fue parte de la entrega 27 de los premios BAFTA, que se realizaron en la ciudad de Londres y en donde también envió un poderoso mensaje.
La actriz fue captada en la alfombra roja y, como era de esperada, captó todas las miradas de los fanáticos y “expertos” en moda, al llegar con un sofisticado vestido confeccionado a su medida elaborado por el prestigioso diseñador Oscar de la Renta.
La prenda estuvo confeccionada en terciopelo y marcaba un pronunciado escote, que se complementó con una falda de tul con corte asimétrico, que dejaba entrever sus estilizadas piernas. A juego con este vestuario, usó unas zapatillas puntiagudas en color negro con forma de pulseras hasta el tobillo.
A pesar de lucir este atuendo, Emma recibió muchas críticas en redes sociales, debido a que evidenciaron el aspecto de su frente, al posar por la alfombra roja (donde con una gran sonrisa iba repartiendo autógrafos).
“El peinado es lo peor”; “Ese vestido, peinado y maquillaje no la favorecen”; “Ella tiene una belleza natural y es radiante por donde la vean, pero sus look no son muy atinados y no realzan lo bonita que es”, son algunas de las opiniones que le hicieron los internautas.
La protagonista de “La Bella y la Bestia”, ya no es aquella adolescente que conocimos en la saga del joven mago, porque en la actualidad, ella tiene 31 años y es totalmente aceptable que su cuerpo cambie, como el tuyo y el de tu mejor amiga.
Estos comentarios tan fuera de lugar y negativos, solo demuestran lo peor de la sociedad y que nadie puede opinar sobre tu cuerpo solo para cumplir con sus normas, estereotipos o aprobación.