Juan Alfonso Baptista vivió el mayor éxito de su ilustre carrera artística en el año 2003 con su actuación protagónica en la exitosísima telenovela colombiana Pasión de gavilanes.
Aunque llevaba años destacando en la televisión, el galán venezolano se dio a conocer en todo el mundo y su carrera despuntó gracias a su interpretación de Óscar Reyes en esta trama.
Tras su participación en esta producción de Telemundo, el actor siguió imbatible construyendo su camino en el mundo de la interpretación en donde ha seguido vigente desde entonces.
No obstante, algo que no todos saben es que además de una vasta trayectoria actoral, Baptista también lleva al hombro una historia de superación que protagonizó durante su juventud.
Y es que, cuando estaba dando los primeros pasos de su carrera, el histrión vivió un episodio con su salud que lo marcó de por vida y lo alejó de los foros de grabación durante un tiempo.
La historia de superación del actor de Oscar en Pasión de gavilanes
En 1998, justo después de finalizar el rodaje de su primer proyecto actoral, la exitosa telenovela venezolana A todo corazón, el actor de entonces 19 años sufrió una parálisis facial.
La afección, también conocida como “parálisis a Frígore”, se originó a causa de un cambio brusco de temperatura que experimentó el penúltimo día de grabación del melodrama juvenil.
“Yo tenía mucho calor y estábamos en un estudio de televisión. Había un boquete de aire para mantener frío el espacio”, comenzó a narrar sobre el evento en The Suso’s Show.
“Me acuerdo que me refresqué allí. Al día siguiente, faltaba una escena por grabar; agarro un vaso de agua y, cuando lo voy a tomar, se me cae el agua”, recordó en su visita a la emisión.
“Pensé: ‘Qué raro’. Entonces sentí que el ojo derecho se me resecaba. A los cuatro días, ya estaba totalmente paralizado...”, reveló sobre esta vivencia que marcó su juventud.
Según explicó, tras el inexplicable episodio, consultó a varios especialistas y se sometió diversas pruebas y estudios para descubrir la causa de la parálisis.
Asimismo, debido a la enfermedad, estuvo lejos de los sets y enfocado en recuperar la movilidad de los músculos de su rostro durante más de un año.
En el proceso, Juan Alfonso tuvo que volver a aprender a hablar y estuvo siempre consciente de que existía la probabilidad de que su cara quedara paralizada para siempre.
Sobre este momento en su vida, ha compartido que fue muy “duro” porque no podía ni comer. Incluso tenía que dormir usando un parche porque uno de sus ojos no lubricaba.
Durante otra entrevista a Blu Radio, “El Gato” además aseveró que este instante le trajo “un aprendizaje a muy temprana edad” y rememoró como “se estancaron algunas cosas”.
No obstante, también recuerda especialmente la fortaleza de su mamá, de su familia y también el apoyo de la actriz Gaby Espino, quien era su novia en ese momento.
Por fortuna, el afamado intérprete de ahora 45 años pudo recuperarse. Aunque, como ha enfatizado en varias oportunidades, todavía presenta secuelas en su rostro.
“Ahora ese es el lado más interesante que tengo… Es como tú lo veas. Si quieres hundirte ahí o seguir avanzando, eso depende de uno. Alimentar el ‘sí, se puede”, concluyó en su plática la cadena de radio.
Luego de superar la también llamada parálisis de Bell, el artista volvió al ruedo a los foros para continuar construyendo su trayectoria, participando en proyectos como Pasión de gavilanes, hasta el presente.
Actualmente, el público lo puede ver por las pantallas de Telemundo interpretando de nueva cuenta a Oscar Reyes en la segunda temporada de la historia escrita por Julio Jiménez.
